El caso Conil: Andalucía cambia de criterio y cuenta a los turistas a la hora de contabilizar la incidencia

  • Conil no tiene cierre perimetral con una tasa que supera de largo los 1.000 casos por 100.000 habitantes

  • El ayuntamiento había solicitado que se tuviera en cuenta el aumento de población en verano a la hora de tomar la decisión

  • La Junta de Andalucía ha estimado, por boca de su consejero de Salud, que hay que diluir esa tasa teniendo en cuenta también a los turistas

El criterio era claro, por encima de los 1.000 casos por 100.000 habitantes tocaba cierre perimetral. Tan sencillo como eso. Sencillo hasta que ha llegado la quinta ola en pleno verano, e importantes poblaciones turísticas andaluzas se acercan, o sobrepasan, esa tasa. Sin salir de Cádiz, los números de dos destinos masivos en estas fechas de verano, Conil de la Frontera y Tarifa, son rotundos. En la primera la tasa ya ha superado con mucho la barrera establecida de los 1.000. En la segunda ya va por 676. Miles de puestos de trabajo están en juego. Los sectores afectados lo tienen claro. Cerrar no es una opción para ellos.

"Sólo en hoteles, Conil tiene 7.500 camas, es la segunda población de la provincia con más camas, tras Chiclana de la Frontera", enumera Antonio de María, presidente de la patronal de hostelería Horeca: "Son 7.500 personas diarias desayunando, almorzando, cenando y tomando aperitivos, imagínese. Eso es dinero que entra y que se queda en Conil, los puestos de trabajo también. El verano es una fuente de riqueza".

"El día 27 de junio teníamos 75.000 visitantes en nuestro pueblo. Por lo tanto no calculemos la tasa en base a los 23.000 que somos en invierno".

Una fuente que los alcaldes de estas poblaciones, cuya subsistencia invernal depende en gran medida de estos dos meses fuertes de verano, no quieren que se seque.

"Tenemos otros sectores importantes como el pesquero o el agrícola", .precisa a NIUS el alcalde de Conil de la Frontera, Juan Manuel Bermudez. "Pero sin duda alguna el turismo es algo transversal que afecta a los demás pilares de nuestra economía. Un cierra perimetral hubiese sido un desastre"

Pero los datos están ahí. Por encima de los 1.000, el criterio es cierre perimetral. ¿Qué hacer?. El alcalde de Conil de la Frontera y los hosteleros dieron hace unos días una pista para una solución matemática. Dado que la tasa se toma en base a los habitantes censados - 23.000 en el caso de Conil-, y dado que esa cifra llega en los fines de semana, dicen, a los 70.000, La tasa debería calcularse sobre esa población veraniega.

"La tasa de incidencia hay que calcularla en base a la población que tenemos en Conil en la actualidad", dice Juan Manuel Bermudez. "Por darle un dato, el día 27 de junio teníamos 75.000 visitantes en nuestro pueblo. Por lo tanto no calculemos la tasa en base a los 23.00 que somos en invierno".

Una sencilla operación matemática que dejaría la tasa por debajo de los 500, y que parece haber convencido a la Junta de Andalucía. La reunión de su Comité de Expertos ha decidido no cerrar perimetralmente Conil. El criterio ha cambiado. Las nuevas cuentas, las ha explicado el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre que apuesta por `diluir´ la tasa de Conil, teniendo en cuenta esos aumentos de población.

Alcalde

El cambio abre un precedente al que pueden llegar a acogerse todas aquellas localidades turísticas andaluzas que se vean en la misma situación. También un debate, sobre la conveniencia, o no, de calcular las tasas de incidencia teniendo en cuenta a los turistas.

"En principio tiene sentido revisar los datos en función de la población existente, pero si se hace hay que hacerlo con todos", opina el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Joan Carles March. " Y hay que hacerlo en base a datos reales, no con estimaciones. ¿La población que dan es esta, o es una cifra de otros años?. ¿Se decide en base a una información que se cree, o que es real?. No puede ser que en un caso se haya utilizado este criterio, y en otros sitios no se utilice el mismo criterio".

"No puede ser que en un caso se haya utilizado este criterio, y en otros sitios no se utilice el mismo criterio".

La cuestión abre, además, otros interrogantes. Referir la tasa de incidencia a la población real, requeriría conocer día a día la población flotante, un cálculo no siempre fácil de realizar. También conduciría a alguna paradoja, la de las localidades que pierden población en vacaciones y verían aumentar su tasa. No parece que todo eso vaya a ocurrir. El caso Conil se queda por el momento en Conil. Los turistas han ´diluido´ su tasa.