"El moho hace que los gérmenes vayan muriendo. La carne adquiere un sabor a nueces y a la gente le encanta", asegura.
La carne en descomposición se vende a restaurantes. De momento, sólo algunos conocen el secreto de su preparación. Se sabe la temperatura de las cámaras donde se conserva la carne, 2º, pero nadie desvela la humedad a la que tiene que permanecer.
Los negocios de la ciudad ya se pelean por meterla en sus menús. Dicen que es una auténtica "exquisitez".