Por el momento, Carolina vive a caballo entre Mónaco y Londres. Sus constantes viajes son para visitar con frecuencia a Sacha, su precioso nieto y a los padres del pequeño, Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi, su hijo mayor, nacido de su relación con el ya fallecido Stéfano Casiraghi.
En esta ocasión la princesa pudo viajar a la capital británica con Alexandra de Hannover, su hija más pequeña, que todavía no conocía a Sacha. El pequeño es el tercero en la línea de sucesión del Principado de Mónaco, después de la propia Carolina y de su hijo Andrea.
Como era de esperar, su faceta de abuela no ha cambiado para nada su estilo alegre y juvenil. Ya sea en vaqueros, con vestido de gala, o con traje de dos piezas, Carolina demuestra que ninguna tendencia se le resiste.
A la princesa la hemos podido ver vestida de muchas maneras. Con trajes de dos piezas negros con detalles brillantes y el pelo recogido, vestidos con un aire más "sport" en tono verde oscuro, combinado con manoletinas con estampado de leopardo y bolso de mano color madera... vestidos largos negros con mucho brillante muy glamuroso para por la noche, y por el día vestidos más cortos en tonos cremas.
La veamos donde la veamos, nunca renuncia a la elegancia que siempre le ha caracterizado y que le ha hecho protagonista de las listas de las mejor vestidas durante años. La también Condesa de Polignac, que en enero cumplió 56 años, sigue demostrando así que la casa Grimaldi tiene estilo a cualquier edad.