Esta sorprendente historia comenzaba el pasado 26 de agosto cuando un ladrón robó la cartera a una mujer que paseaba por una céntrica calle de Benidorm. La víctima, de unos setenta años, se percató de que el carterista se había llevado un décimo de Lotería en el interior de la cartera con el número que juega semanalmente, el 02.415.
Tras presentar una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional, se dirigió el viernes a comprar otro boleto con los mismos dígitos, que finalmente resultaron agraciados con el primer premio (60.000 euros por décimo) en el sorteo celebrado el sábado.
La familia de la mujer decidió entonces tratar de localizar el décimo robado para ampliar la denuncia y bloquear el posible cobro.
Tras contactar con la mayoría de los afortunados, feligreses de la Parroquia benidormí de Nuestra Señora de la Almudena, averiguaron qué serie y fracción correspondían al décimo robado por el carterista.
Y la suerte volvió a jugar a favor de esta familia cuando el hijo de la señora coincidía con el ladrón en la administración de Lotería que le vendió el boleto. Hablaba con el lotero cuando un joven búlgaro de 24 años entró a comprobar si un décimo estaba premiado.
El lotero se percató rápidamente de que el décimo presentado por el joven era el sustraído y telefoneó a la Policía sin que el ladrón se percatase.
Quince minutos después llegaron los agentes, detuvieron al ciudadano búlgaro, le requisaron el boleto y le llevaron a comisaría. Ya se ha celebrado un juicio rápido en el que el supuesto carterista ha asegurado haber comprado el décimo en un bar cerca de una iglesia en Elche, tras lo cual ha quedado en libertad por tratarse de un hurto, con la obligación de ir al juzgado cada quince días.
El boleto se encuentra en poder de un juzgado de Benidorm a la espera de efectuar los trámites para la devolución a su propietaria.