"Creo que en estos momentos no le interesa acercarse, ni tener puntos de encuentro y nuestras líneas rojas son inamovibles. Nosotros lo hemos intentado", ha lamentado Martí Barberà en rueda de prensa en el Congreso, tras mantener el encuentro con el ministro en la sede de su ministerio.
Aunque reconoce que Wert ha intentado buscar aspectos donde podía encontrar a CiU, estos le han reiterado que hasta que no se resuelvan el tema de la lengua y el competencial no entrarán a debatir otros aspectos. han asistido a la reunión el portavoz de Educación de CiU, así como la de Universidades, Mercè Pigem.
LAS LÍNEAS ROJAS QUE NO SE PUEDEN ACEPTAR
Ambos han entregado el documento comprometido por el portavoz de CiU en la Cámara Baja, Duran i Lledia, a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con esas líneas rojas que no se pueden aceptar.
El primero de estos puntos, según ha detallado Barberà, consiste en la disposición de la ley relativa a la inmersión lingüística. El nacionalista catalán considera que el derecho individual de una persona a escoger la lengua no existe en esta normativa sino que aparece la obligación que tienen los centros de ofertar la enseñanza en lenguas vehiculares.
En este punto, tanto Barberà como Pigèm han criticado las afirmaciones que dicen que ha realizado la secretaria de Estado de Educación durante la reunión, Monsterrat Gomendio, al señalar que "el castellano no se respeta en Cataluña".
"Es absolutamente falso porque ambas lenguas son igualmente importantes y por eso el sistema ha conseguido que se dominen por igual. Ése es el éxito de modelo de inmersión lingüística, aparte de no separar a los alumnos por motivos de lengua", ha incidido Barberà.
Así, cree que los aspectos que Wert quiere introducir en esta ley van a provocar que aquellos alumnos que quieran cambiar el sistema no dominarán por igual el catalán que el castellano, y sí más el castellano frente al catalán.
"Cosa que en Cataluña no acpetamos porque es objetivo que se dominen por igual ambas lenguas respetando la lengua castellana", ha subrayado, al mismo tiempo que ha puntualizado que no hay centros privados en Cataluña que tenga la lengua castellana exclusivamente.
LA INVASIÓN DE COMPETENCIAS "MALÉFICA"
Por ello, recalca que su objetivo es "ir contra el modelo educativo catalán" e invadir competencias autonómicas. De hecho, ha explicado que en la LOMCE, de una asignatura, el Estado en Cataluña domina el 55 por ciento de los contenidos y de los criterios de evaluación y el resto compete a la comunidad autónoma bilingüe.
"Eso que parece poco importante y lógico que sea así porque es competencia compartida, ellos lo presentan de una manera maléfica porque dicen que se comparten competencias porque yo me quedo con unas asignaturas y ustedes con otras. El modelo compartido es el correcto y el que nos ha llevado hasta aquí", ha cerciorado.
COMPETENCIAS DE LAS CC.AA
Por todo ello, considera que el "único objetivo" es recentralizar. De hecho, indica que durante la conversación ha salido que el tema de que las comunidades autónomas hayan recibido "tantas competencias" en este tiempo en materia de Educación, un aspecto que dicen que "al ministro no le gusta" y que previsiblemente al PP tampoco.
En cuanto a las evaluciones, Barberà ha criticado que Wert en esta reforma saca "el poder" de evaluación de las comunidades y se lo queda totalmente el Estado. "Es inaceptable para nosotros. Es imponer unos contenidos e ideas", ha apostillado.
En este sentido, ha defendido que en Cataluña el catalán tiene que ser una asignatura básica y estructural y en la LOMCE no lo es. Igualmente, rechaza que la distribución curricular de las asignaturas troncales, específicas y de libre elección autonómica se las queda el Estado.
Por su parte, Merce Pigém ha avisado sobre el nuevo sistema de evaluaciones que implanta la LOMCE que, hasta ahora, la media de las notas de la asignatura de Castellano en Cataluña no es inferior a la de otras comunidades autónomas donde sólo se estudia en castellano.
Pigèm opina a su vez que ninguna de las propuestas de la LOMCE tiene la finalidad de mejorar la calidad educativa y cree que son "cuestiones ideológicas" y con "mirada recentralizada".
EL EJEMPLO SEGREGADOR DE MADRID
En este contexto, Barberà ha criticado que en Madrid se haga un ránking de colegios y así se clasifiquen a los alumnos, mientras que en Cataluña las conoce la adiminstración sólo para saber qué hay que corregir y dónde.
"El ejemplo de Madrid entendemos que es el objetivo que busca el ministro, llegar a un punto donde se encuentre qué colegio es mejor que otro, una clasificación segregadora, que puede llevar a engaños. Él ha intentado ir a aspectos de estos", ha concluido.