El mural apareció de la noche a la mañana en la fachada de un edificio en el centro de Maribyrong. En ella, la candidata demócrata para la presidencia de EEUU aparecía prácticamente desnuda, únicamente cubierta con un bañador con la famosa bandera de barras y estrellas. El Ayuntamiento del pueblo lo consideró ofensivo, no porque se tratase de una política, sino porque fuera de “una pintura de una mujer casi desnuda”.
Pronto empezaron a surgir las amenazas de denuncia al dueño del edificio e Instagram cerró la cuenta del artista donde había publicado su obra. Como venganza, el graffitero hizo una pequeña modificación: añadió unos billetes dentro del bañador de la que podría ser presidenta de EEUU.
Pero como las críticas no pararon, el artista decidió solucionar el problema a su manera y cubrió a Clinton con un burqa. En su nueva cuenta de Instagram, el artista explicó: “Ya no es una supuesta ‘ofensiva y casi desnuda’ Hillary Clinton, sino que es una pintura de una bella mujer musulmana. Ninguna persona razonable consideraría esto ofensivo. Si lo haces es que eres un sexista, racista, islamofóbico, xenofóbico, inculto e ignorante intolerante”. Sin embargo, el Consejo pidió la retirada inmediata del mural y este fue tapado con pintura negra, como explica la 'CNN'.
Algunos de las obras de Lushux ya habían salido a la luz por ser increíblemente polémicas. Una de ellas mostraba un dibujo de Taylor Swift junto a una fecha de defunción. Otra, mostraba al candidato republicano a la presidencia de EEUU Donald Trump completamente desnudo detrás de unos cubos de basura.