Los colegios de Madrid, que durante una semana han acogido a los miles de peregrinos que han participado en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), se han quedado vacíos desde primera hora de la mañana del lunes e intentan volver a la normalidad con la ayuda de cientos de voluntarios.
Las tareas de limpieza y recogida comenzaron este domingo, último día de la JMJ, ya que muchos de los jóvenes partieron hacia el aeropuerto de Barajas tras la Misa celebrada en el aeródromo de Cuatro Vientos, lo que permitió empezar a despejar algunas aulas o estancias. No obstante, antes de partir, la mayoría de los peregrinos han ayudado en las labores de limpieza.
Los responsables y portavoces de algunos de los centros de acogida valoran la actitud de estos jóvenes, la alegría y el buen clima de convivencia, la solidaridad y el compañerismo, pero, sobre todo, que, a través de ellos, se comprende "la universalidad de la Iglesia".
Según ha explicado a Europa Press el responsable de Comunicación de Magis (Jesuitas), Daniel Villanueva, el colegio Nuestra Señora del Recuerdo, que ha sido el punto de acogida mayor --3.000 peregrinos de 52 países--, se ha transformado "por completo" durante la JMJ. Las tareas de recogida tienen que estar finalizadas mañana y, para ello, cuentan con la ayuda de 500 voluntarios.
"Esto ha sido una vorágine, pero también un éxito que ha merecido muchísimo la pena", ha valorado Villanueva, que además ha destacado la "felicidad" que mostraban los peregrinos estos días. "Se han sentido una parte importante del mensaje del Papa Benedicto XVI, que iba dirigido a ellos y se van muy reforzados", ha afirmado Villanueva.
Asimismo, ha indicado que desde el 5 de julio los Jesuitas han estado acompañando a los peregrinos por distintos puntos del país, "preparándoles para la JMJ" con labores de trabajo social, entre otras actividades. Según ha explicado, a este numeroso grupo de jóvenes el acontecimiento "no les ha pillado por sorpresa".
Diecisiete centros escolares de los Salesianos en Madrid también han acogido a miles de jóvenes, en concreto, a 6.500 de 52 países. Este lunes por la mañana ya se habían marchado todos y los responsables se han mostrado "muy satisfechos y contentos de lo que se ha vivido estos días" en sus colegios.
"Hacemos una valoración muy positiva de la estancia de los peregrinos", ha afirmado el responsable de Comunicación de los Agustinos en España, Javier Valiente, que también ha agradecido el trabajo de los voluntarios y el de muchos peregrinos que, antes de partir, han ayudado a limpiar y a recoger las aulas.
A pesar del temor inicial por la seguridad de los peregrinos, con motivo de la protesta contra el Papa del pasado miércoles, en cuyo recorrido estaba uno de estos centros de acogida, Valiente ha señalado que finalmente "no hubo ningún problema". Sólo alguna pintada en la fachada, como 'Os vamos a quemar como en el 36', fue la nota desagradable de la JMJ.
"Nos gustaba verles cómo se entendían perfectamente entre ellos en inglés, que devolvieran la comida que sobraba, los momentos de oración y reflexión de cada mañana", ha recordado. "Cuando a los jóvenes se les pone metas altas y se les lanza mensajes importantes son capaces de responder", ha argumentado este salesiano.
El colegio San Agustín ha acogido a 300 peregrinos, entre eslovacos, portugueses, brasileños, filipinos, italianos y españoles, de parroquias y colegios de la orden de los Agustinos. La mayoría de los jóvenes se fueron ayer por la tarde, pero todavía quedan unos 50 que estarán unos días más para conocer Madrid y alrededores.
Así lo ha explicado el padre Isaac Estévez, responsable de Acogida de esta orden en la JMJ. "La experiencia ha sido muy bonita, la han vivido con mucha intensidad y nosotros hemos disfrutado viéndoles alegres y con fe", ha celebrado.