Buscan respuestas. Buscan a sus hermanos, hijos o padres. Los miles de afectados en la causa de los niños robados no pierden la esperanza por saber realmente qué ocurrió durante el franquismo y, posteriormente, durante los años 80 y 90.
Uno de estos casos es el de Antonio Barroso. No supo que era adoptado hasta que cumplió los 38 años. Entonces, un amigo de la familia le confesó que sus padres le habían comprado en Zaragoza. "Me dijo a ti y a mi nos han comprado a un cura y una monja", ha comentado.
Tras conocer la noticia, se sometió a unas pruebas de ADN que confirmaron sus peores presagios. La que creía que era su madre biológica no era tal, pese a que en la partida de nacimiento no costaba que hubiese sido adoptado.
Otro de los casos es el de Estefanía. Tiene 25 años y no para de buscar a su hermana gemela.
Según el hospital en el que nacieron en 1986, el parto fue normal y las dos nacieron sanas. Sin embargo, los médicos dijeron a la familia que una de ellas había fallecido.
"Si se demuestra que mi hermana estaba viva, a mi me han robado la infancia" asegura Estefanía que señala que "no descansará tranquila hasta que se sepa que pasó". EPF