Montoya se había declarado culpable de ambos cargos en enero pasado tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía Federal del distrito sur del estado de Florida.
El narcotraficante confeso escuchó la sentencia en un tribunal de Miami con grilletes en las piernas y vestido con el uniforme beige de prisionero.
Rubén Oliva, su abogado, declaró al finalizar la vista judicial que la condena se ajusta a lo convenido con los fiscales federales. "Tenemos esperanza de una rebaja de la sentencia por cooperación", dijo.
Montoya se disculpó ante la jueza Cecilia Altonaga por sus acciones.
"Desafortunadamente siendo un adolescente y trabajando legalmente en la finca, con mi madre, fuimos desterrados por la guerrilla y la delincuencia. De no ser así, hubiéramos vivido una vida tranquila y en paz", afirmó el colombiano.
El acusado también pidió disculpas a los familiares de un testigo federal en su caso, Jhon Jairo García Giraldo, alias "Dosmil", quien fue torturado y asesinado en Colombia.
García Giraldo fue golpeado con bates de béisbol y su cabeza sumergida en agua durante un interrogatorio en una zona rural de Colombia por parte de secuaces de Montoya, luego fue asesinado y su cuerpo arrojado a un río, según los documentos judiciales.
Altonaga fijó una audiencia para el próximo 10 de julio en la que se determinará una indemnización a los familiares de García Giraldo.
"Pido perdón a la familia del señor García por ese tan desafortunado hecho del que me responsabilizo y por todas las actitudes que tomé mientras hice parte de esa organización", señaló.
"Pido una segunda oportunidad para corregir mis errores", agregó.
Las autoridades estadounidenses han calificado su caso, en el que su hermano Diego Montoya, alias "Don Diego", también está acusado, como el más importante después de la sentencia a 30 años de Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, ex jefes del disuelto cartel de Cali.
El cartel del Norte del Valle sustituyó en poderío al de Cali, en la misma región del suroeste colombiano.
El colombiano fue extraditado a Estados Unidos por el Gobierno de Colombia el 16 de junio del año pasado.
Según los documentos judiciales, Eugenio Montoya era uno de los principales miembros del cartel del Norte del Valle, liderado por su hermano Diego Montoya, quien fue uno de los diez fugitivos más buscados por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés)
Eugenio Montoya administraba y era responsable del dinero que obtenía la organización mediante el narcotráfico y supervisaba los lugares utilizados para esconder esos fondos.
La organización delictiva generalmente mantenía entre 18 y 20 millones de dólares en efectivo en diferentes sitios de Colombia y Eugenio Montoya usaba el dinero para establecer laboratorios de cocaína, pagar el transporte de la droga y personal de seguridad.
Estados Unidos afirma que su hermano "Don Diego" es responsable de cerca del 70 por ciento del tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.
Diego Montoya está pendiente de comparecer ante la misma jueza para declararse inocente o culpable de los cargos que se le imputan.
El acusado encara los mismos doce cargos que inicialmente fueron presentados en contra de su hermano Eugenio.
En 2005, otro hermano de Eugenio y Diego, Juan Carlos, y su primo Carlos Felipe Toro Sánchez fueron extraditados a Estados Unidos para afrontar cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero.
Ambos se declararon culpables de conspirar para ingresar cocaína al país. Juan Carlos Montoya fue sentenciado a 21 años de cárcel y Toro a 19 años.