El Gobierno ha culminado este viernes la reforma del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), vieja reclamación de las ONG, con la aprobación del reglamento que desarrollará el nuevo Fondo para la Promoción del Desarrollo (Fonprode) que se desvincula de los intereses de empresas españolas.
El Consejo de Ministros ha aprobado, mediante un Real Decreto, el reglamento del Fonprode, creado por ley el pasado 26 de octubre con el consenso de todas las fuerzas parlamentarias.
Entre las novedades que introduce el Fonprode figura la creación de una Oficina del Fondo, para su gestión, en la Agencia española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, junto con la adopción de un nuevo marco legal para la cooperación financiera, que hasta hace poco era una herramienta habitual para otros donantes de la UE, pero no en España.
Este modelo incluye la posibilidad de que la ayuda oficial al desarrollo ofrezca créditos concesionales, microcréditos y operaciones financieras para el desarrollo del tejido productivo local, pero en ningún caso ligado a intereses empresariales españoles.
Las operaciones de crédito no se podrán utilizar para inversiones en servicios sociales básicos y sólo podrán representar el 5 por ciento del total de la ayuda oficial al desarrollo bruta, informa el departamento que dirige Trinidad Jiménez en un comunicado.
El Fondo, que entró en vigor en enero pasado, está completamente desvinculado, por ley, de intereses comerciales y de los objetivos de internacionalización de la empresa española.
Entre otras cosas, el reglamento establece qué operaciones se pueden financiar con cargo al nuevo fondo, desde donaciones bilaterales hasta contribuciones a organismos internacionales, incluye los órganos de gestión, el procedimiento para la aprobación de las contribuciones así como los mecanismos de seguimiento, evaluación y rendición de cuentas.