La contaminación por dioxinas obliga a cerrar 4.700 granjas en Alemania

AGENCIA EFE 07/01/2011 08:14

Fuentes del Ministerio alemán de Agricultura informaron hoy de que ya son 4.700 las explotaciones avícolas y porcinas clausuradas por alimentar a sus animales con piensos contaminados con dioxinas.

Las fuentes destacaron que en la mayoría de los casos se trata de granjas porcinas, a las que se ha prohibido sacrificar a los animales y comercializar su carne hasta que se certifique que su consumo resulta absolutamente inocuo.

La gran mayoría de las granjas, 4.468 del total, se encuentran ubicadas en el norteño estado federado de Baja Sajonia, que adquirieron piensos contaminados originalmente por el fabricante Harles & Jentzsch, el cual utilizó presumiblemente aceites industriales no destinados al consumo animal o humano.

El Ministerio de Agricultura del estado de Schleswig Holstein (norte de Alemania) detalló hoy los resultados de los análisis adelantados ayer y precisó que las grasas usadas por esta empresa tenían en nueve de cada diez casos una proporción de hasta 78 veces el nivel permitido.

El Ministerio de Agricultura local aseguró que los productos de Harles & Jentzsch contenían ya en marzo de 2010 elevadas proporciones de dioxina, superiores a las permitidas, aunque la empresa no hizo públicos los análisis.

Los productos de otra fábrica en Bösel (Baja Sajonia), asociada a Harles & Jentzsch, también mostrarían niveles superiores de dioxina a los tolerados.

El presidente de la federación alemana de Agricultores y Ganaderos, Gerd Sonnleitner, ha cifrado entre 40 y 60 millones de euros las pérdidas semanales de los ganaderos afectados por el cierre de sus factorías.

El problema no se circunscribe a Alemania y, así, en Holanda y el Reino Unido los huevos procedentes de animales alimentados con piensos contaminados con dioxinas en ese país podrían haber sido utilizados para la elaboración de distintos productos.

En el caso británico se habrían usado para fabricar pasteles y quiches que se vendieron en supermercados, según la BBC.

Las autoridades holandesas comunicaron a Bruselas esta semana la detección de toxinas en dos partidas de unos 130.000 huevos en diciembre, que se usaron para la elaboración de otros productos, explicó el portavoz comunitario de Sanidad, Frédéric Vincent.

Una parte de los huevos contaminados fue mezclada con otros productos fabricados en Holanda para elaborar compuestos alimenticios, que a su vez fueron exportados al Reino Unido, añadió Vincent, quien descartó que haya habido envíos de carne con toxinas a otros países.

Eslovaquia, por su parte, prohibió hoy cautelarmente la importación de carne avícola y huevos procedentes de Alemania.

El Ministerio eslovaco de Agricultura y Desarrollo también decretó la inspección de tiendas y almacenes en todo el país.

"Hasta que no se conozcan los resultados de los test de laboratorio que realizan institutos de diagnóstico eslovacos estos días, la venta de huevos y carne blanca procedente de Alemania se paraliza", se indica en una nota.

La Comisión Europea (CE) anunció hoy que estudia medidas para que las industrias garanticen una mejor separación entre las grasas alimentarias y las no comestibles, con el fin de evitar que se repitan casos como el alemán.

El portavoz comunitario de Sanidad explicó en rueda de prensa que la CE analiza este tipo de actuaciones con las asociaciones que representan a varias clases de industrias que procesan grasas.

Señaló que una idea es que las fábricas efectúen una separación "más estricta" entre la producción de grasas para fines alimentarios y no comestibles.

Los expertos de los veintisiete países comunitarios, representados en el Comité de la Cadena Alimentaria de la UE, analizarán los próximos días 11 y 12 los últimos datos sobre este problema de contaminación.