La crisis económica también se siente estos días en las procesiones de Semana Santa. Algunas cofradías están sufriendo las bajas de cofrades que han de ajustar sus economías y uno de los primeros gastos a eliminar es el de las cuotas que pagan. Pero hay una que, al contrario que las demás gana devotos, más de quinientos este año. Es el Cristo del Trabajo, en Granada. Bajo su trono, cincuenta mujeres hacen acto de penitencia pidiendo aquello que escasea más que nunca, un trabajo. Junto a ellas, retahílas de penitentes que también sufren por lo mismo y que procesionan con la esperanza de encontrar un empleo que les saque de sus problemas