Ocho días en los que la prioridad máxima de los equipos de emergencia ha sido encontrar el cuerpo de Artur. Día a día, la esperanza de que apareciera con vida, iba disminuyendo, pero la familia quería encontrarlo a toda costa. Tanto que incluso ellos mismos ayudaron en las tareas para hallar al pequeño.
Un día después de la tragedia, el 10 de octubre, los efectivos de emergencia consiguieron encontrar el cuerpo sin vida de Joana Lliteras. Estaba en el interior del coche, cerca del cauce del torrente. Pero claro, faltaba el niño de cinco años, por lo que desde ese momento comenzó la búsqueda exhaustiva del mismo.
El jueves 11 de octubre cientos de efectivos se volcaron en la búsqueda de Artur. Tras el hallazgo de los cadáveres de una pareja de ciudadanos alemanes, el menor era el único desaparecido tras la riada en la localidad mallorquina. Esa misma tarde se encontró en Son Carrió una mochila, que en un principio se dijo que era de él pero que resultó ser de su hermana.
El 12 de octubre, ya con Artur como único desaparecido, encontrarlo es la prioridad del operativo de emergencia. De hecho, 200 efectivos, entre miembros de la Guardia Civil y la UME, inspeccionan palmo a palmo el torrente. Incluso un grupo especializado con perros de rastreo centra su búsqueda en la zona en donde apareció la mochila de su hermana, por si podía ser una pista.
En el cuarto día de búsqueda trabajaron 230 efectivos de emergencia. En esta jornada se inició una inspección en el mar, junto a la costa en la desembocadura del torrente en s'Illot. Mientras, en Cala Morlanda aparece, esta vez sí, la mochila del pequeño. Los especialistas empiezan a pensar que Artur podría haber sido arrastrado por la riada hasta el mar.
El domingo 14 de octubre siguen siendo 200 efectivos los que buscan al pequeño, incluso se sumaron buzos del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS), que peinaron la primera línea de mar en la desembocadura del torrente. Las inclemencias climatológicas obligan a suspender la búsqueda en el mar. En ese momento la familia del pequeño da un paso adelante para formar parte activa de la búsqueda, planeando una batida por el torrente.
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El clima del sexto día de búsqueda permite continuar con la misma por el mar, en donde trabajan buzos, helicópteros y embarcaciones. La búsqueda se centró en un sitio en concreto, en una acequia junto al torrente de ses Planes en Son Carrió, debido a que un perro de rastreo marcó la zona. Pero tras la excavación con pico y pala y con camión pluma, el 112 informó hora después de que el resultado fue negativo.
Este pasado 16 de octubre, séptima jornada de búsqueda, acabó también sin éxito. El dispositivo se amplió a 300 efectivos, que trabajaron para encontrar a Artur por tierra, mar y aire. Además se unieron físicos de la Universidad de las Islas Baleares y geólogos del Instituto Geológico y Minero de España. Así, los dispositivos de búsqueda utilizaron los mapas especializados de los expertos, que marcaban zonas con una mayor incidencia de las corrientes, así podrían precisar la búsqueda del menor.