Una miss cuestiona la cultura de la belleza tras sobrevivir a un cáncer

AGENCIA EFE 08/04/2011 08:20

Con el pelo aún corto en recuerdo permanente del cáncer de mama que acaba de superar, Ekvall, de 28 años y hoy presentadora de televisión, libra su propia cruzada para sensibilizar sobre un drama que ha recogido en un libro recopilatorio de sus correos y mensajes durante el tratamiento.

"Ya sé lo que se siente no tener un pelo de tonta", publicó Ekvall en su cuenta de Twitter el 10 de marzo tras afeitarse la cabeza según recoge en su libro.

En Venezuela "se invierte mucho dinero en verse bella y no en salud", consideró la modelo, que reivindica la prevención en salud como otra forma "de cuidarse físicamente" porque "si estás enferma -aseveró Ekvall- no te vas a ver bella".

Con sólo 27 años, Ekvall conoció la noticia de que tenía cáncer de mama y, durante ocho meses, se enfrentó a la enfermedad acompañada de familiares y amigos y sin dejar de acudir a su trabajo, en los noticieros de una de las principales cadenas de televisión del país.

Ekvall recordó que cuando supo que tenía cáncer se molestó con ella misma por no haber acudido antes a un especialista, ya que su abuela murió de la misma enfermedad y su tía también la padeció en dos ocasiones.

"Cuando supe que estaba enferma mis senos dejaron de gustarme, porque tenían esta enfermedad, (...) no sentía que era lo que quería exhibir, ni nada, porque me estaban matando, básicamente", resaltó Ekvall que, hasta entonces, veía en sus pechos una de las partes más agradables de su cuerpo.

Ekvall, una miss poco usual, marcó las distancias con aquella época en la que fue declarada la mujer más bella de Venezuela y una de las más bonitas del universo y, desde el comienzo de su carrera, declaró su interés por dedicarse al periodismo.

"Yo fui miss hace once años, así que ni siquiera se me puede decir que soy una miss, tenía 17 años. Ahora tengo 28 y no tengo nada que ver con esa niña que fui", señala Ekvall.

Sin dejar de reconocer la importancia del cuidado de la imagen, ahora la ex miss se ha volcado en la tarea de difundir las precauciones que hay que tener con enfermedades como el cáncer de mama y la importancia de diagnosticarlo a tiempo.

"Todas las mujeres, en cierto modo, sí le damos importancia al físico, pero para mí era una cuestión de sobrevivir y ya eso no era importante", aseguró la modelo.

Ekvall colabora como portavoz de la asociación Senos Ayuda, una organización venezolana destinada a dar apoyo a víctimas del cáncer de mama e informar para prevenirlo en las mujeres venezolanas.

Precisamente, fue esta organización la que propuso a Ekvall documentar el proceso de su enfermedad con las fotos del conocido fotógrafo venezolano Roberto Mata y que, después, se convertirían, junto a los correos que la modelo envió a sus familiares, en el libro "Fuera de Foco".

En la mayoría de los textos que aparecen en el libro, Ekvall muestra su fortaleza frente a la enfermedad porque no quiso "dramas de ningún tipo" y consideró que los que más sufren en estos casos son los familiares.

Sin embargo, la modelo afirmó que también hubo malos momentos en los que se derrumbó, porque, en contra de los tópicos generales, las misses también lloran.

En este sentido, afirmó que "lo peor" de la experiencia fue no poder tomar en brazos a su hija en su primer cumpleaños, al poco tiempo de someterse a la mastectomía.

También aprovechó para agradecer los gestos de cariño de anónimos que, incluso, "se cortaron su cola (coleta) y la donaron" para solidarizarse con Ekvall y con todas las víctimas de cáncer de mama.

Espera que su libro sirva para sensibilizar a mujeres que se pueden plantear hacerse un implante, en un país en que ese tipo de cirugía es corriente, sin pretender que dejen de hacerlo.

"Lo bueno es que el médico, si es profesional, antes tiene que hacerte una mamografía", agregó Ekvall.

Por Maria José Benavente