En estos lugares los adictos a las tecnologías permanecen durante semanas fuera de cobertura. El requisito indispensable es reconocer que se es dependiente de internet y que no estar conectados te provoca ansiedad. Para acceder a estos centros hay que dejar afuera todos los dispositivos: tablets, cámaras fotográficas, móviles y otros. Soportar para curarse, aunque en algunas clínicas pueden parecer una cárcel.