La detención de Ai Weiwei inunda la red china de "amor por el futuro"

AGENCIA EFE 08/04/2011 08:20

Mientras los censores se afanaban por eliminar a toda velocidad los "posts" sobre la detención del artista en la red de microblog más popular del país asiático, Sina Weibo, los ingeniosos internautas empezaron a buscar alternativas hasta dar con la más similar al nombre del creador, "Ai Wei Lai", o "ama el futuro", cuyos ideogramas son casi idénticos a los de Ai Weiwei.

La idea ha funcionado y la frase se ha multiplicado de forma exponencial en la red china, la mayor del mundo con más de 420 millones de usuarios, hasta que el aparato de censura más sofisticado del planeta detectó la jugada y empezó a eliminar a contrarreloj también estos mensajes.

Un grupo de estudiantes de la Universidad de Berkeley que gestiona una web contra la censura llamada China Digital Times consiguió salvar y traducir algunos de estos "posts", muchos de los cuales incluyen una foto del rollizo y barbudo artista de 53 años.

"Nosotros amamos el futuro, no sólo por una persona, sino porque esperamos que el futuro sea mejor", señala uno de estos mensajes.

Otros dan más pistas sobre la situación de Ai: "Nosotros amamos el futuro, pero el futuro ha desaparecido, el futuro está en la cárcel, el futuro se ha ido".

Otros critican la pasividad de la sociedad china ante la campaña de represión actual: "El hecho más aterrador de este país no es que el gobierno haga lo que quiera, sino la gente que dice 'este país es así, no puedes cambiarlo, tienes que acostumbrarte'. Mientras ellos no sean las víctimas, pueden tolerar la desgracia ajena".

En cualquier caso, la detención de Ai ha llenado la red de "amor", palabra que se pronuncia en chino casi igual que el apellido del famoso diseñador del estadio olímpico de Pekín 2008, Ai.

"Amor, por favor regresa: acabo de cambiar el nombre de mi salvapantallas por ti. Es por amor. Por amor al futuro", dice uno.

Otro asegura: "Amar el futuro es amarse a uno mismo. Llena los microblogs con amor. Llena de amor a la madre patria. Dona tu amor por el futuro de la madre patria".

O bien, "ama la vida, ama tus sueños, ama la libertad, ¡ama el futuro!", y la versión interrogativa "¿Has amado hoy el futuro?".

La red se ha contagiado con el espíritu rebelde e insolente del que está considerado el patriarca del arte contemporáneo chino, una actitud que le viene de familia, ya que su padre, el respetado poeta Ai Qing, fue perseguido por la Guardia Roja de Mao Zedong, después de luchar con él en la revolución de los años 40.

"Estamos viviendo una situación muy parecida a la que sufrió mi marido durante la Revolución Cultural (1966-76)", explicó a Efe Gao Ying, viuda del poeta y madre de Ai Weiwei, del que asegura que, al igual que su progenitor, "hace todo lo que hace por los demás".

La detención de Ai sólo puede haberse producido con el beneplácito de la cúpula del Partido Comunista, agregó la escritora.

Ai no sólo es una de las figuras más radicales y cotizadas del arte conceptual chino, como la reciente instalación de pipas de porcelana de la galería Tate de Londres, sino también un irreverente opositor al régimen chino y un líder de opinión en internet para aquellos que disponen de "proxies" para evitar la censura.

Su detención es la de mayor calado en la campaña que las autoridades llevan a cabo contra la fragmentada disidencia china desde que el Instituto Nobel Noruego anunció la concesión del premio Nobel de la Paz 2010 al intelectual chino encarcelado Liu Xiaobo, hace justo seis meses, el 8 de octubre.

Sin embargo, Pekín aseguró ayer que la detención de Ai no está relacionada con la represión de la libertad de expresión, sino con una investigación por supuesto delito económico, una estrategia legal también usada en el pasado con disidentes como el ecologista Wu Lihong, el abogado Xu Zhiyong o el periodista Zhao Yan.

Curiosamente, un nuevo blog contra Ai llamado "neimucankao" ("información entre bastidores") empezó a lanzar acusaciones contra el artista dos días antes de su detención del domingo.

El blog aglutina las críticas habituales contra disidentes políticos lanzadas por la propaganda del régimen, similares a las acusaciones de estar a sueldo de Occidente que recibió el nobel Liu Xiaobo o, en el caso de Ai, también por su vida privada, ya que desde hace años no convive con su esposa, Lu Qing, y tiene un hijo de dos años con una de sus asistentes, Wang Feng.