Ha sido gracias a una grabación de una cámara de seguridad en la que se veía a Ordas pasear y soltar un polvo blanco, previsiblemente el veneno, de una bolsita. Es más, en el registro de su vivienda, la Policía, según recoge Clarín, halló un bidón con veneno, conocido como Furadán, en su interior.
Además, fuentes judiciales han indicado al medio argentino que una cucharadita de ese veneno puede ser letal en animales y humanos. Eso sí, el veneno, al contrario que en otros países, no está prohibido en Argentina, ya que se utiliza en el sector agrícola para controlar plagas.
Al parecer, el hallazgo del veneno en casa de la detenida no fue una sorpresa para los investigadores, ya que en febrero se vivió un aumento importante en los casos de perros envenenados. Es más, debido a ello, dos divisiones de la Policía de Buenos Aires se centraron en investigar los hechos. Incluso una de esas divisiones, la de Operaciones Especiales, lo hizo de forma exclusiva.
Gracias a esas investigaciones, y a través de las necropsias y de la ayuda de algunos veterinarios, los agentes llegaron a la conclusión de que los animales habían sido envenenados con la sustancia utilizada para el control de plagas agrícolas.
Los animales envenenados podrían ser más de 40
Y aunque no se tiene constancia de ello, sí que los vecinos de la Ordas han indicado que los perros envenenados podrían ser hasta 80; algunos incluso aseguran que llegaría hasta los 120 animales afectados. De hecho, el fiscal encargado del caso, Matías Michienzi, no descarta que aparezcan más casos similares, lo que agravaría la acusación.
Y aunque la mujer ha quedado en libertad provisional, los delitos por los que está imputada, actos de crueldad animal, están incluidos en la ley argentina 14.346 y contempla una pena que va desde los 15 días hasta al año de prisión.