Y es que, según indica La Voz de Galicia de un hecho que tuvo lugar el pasado lunes 2 de julio, el vigilante del parquin dio el aviso tras descubrir a dos jóvenes practicando sexo entre dos vehículos porque “entorpecían el tráfico”. Al llegar, los agentes requirieron a la pareja que se vistiese y procedió a su identificación, a lo que la mujer se negó.
De este modo, los policías desplazados le indicaron que de ese modo tendría que ser trasladada a dependencias policiales, a lo que se volvió a negar. Incluso, según relata el medio gallego, la joven se empezó a mostrar más agresiva e incluso braceó y pateó a los agentes mientras estos la trasladaban al exterior del aparcamiento.
Y no sólo eso, si no que los golpes continuaron realizándose dentro de vehículo policial durante el trayecto a la comisaria. ¿Se calmó ya? No. Cuando llegó a las dependencias policiales, y después de que una agente le retirara las esposas para cachearla, la mujer propinó golpes en las manos y piernas de esta. También agredió a otros dos policías que acudieron a apoyar a su compañera.
Tal fue la cantidad de golpes que repartió, que los agentes tuvieron que ser atendidos en un centro de salud. Y debido a las lesiones que les causó, los policías causaron baja laboral. Por todo ello, la mujer fue denunciada por delitos de resistencia grave a la autoridad y atentado con resultado de lesiones a varios agentes.