Pedro Nieva sospechaba que podía estar pasando algo entre su mujer y Javier Ardines, el concejal de Llanes y decidió tenderles una trampa. El detenido por la muerte de Ardines dejó encendida la grabadora de su teléfono móvil oculto debajo de una servilleta en un bar y se ausentó. En ese momento, Katia y la víctima tuvo tiempo para flirtear y burlarse de él.
La conversación a la que ha tenido acceso El Programa de Ana Rosa dice así:
Katia:"Es que iba a venir y me dice ¿Cómo vas a ir? ¿Para ir luego yo en la furgoneta el miércoles? Vaya chorrada, para eso te esperas. Si total ¿Qué vas a hacer allí?"
Ardines: "Le podías haber dicho: Pues bueno, lo que toca"
Katia: "Y yo, "calentar la casa" (se ríe) le dije: "Pues ir calentando la casa para cuando llegues". Menos mal que no sabe cómo la caliento (risas). Sino agárrate que vienen curvas".
Según el sumario del caso, Pedro Nieva encargó el asesinato de Ardines por 25.000. Él aseguró ante el juez que era inocente pero uno de los dos sicarios que supuestamente contrató lo confesó todo. Nieva lo habría contratado a él y a otro sicario más, que huyó a Suiza, a través de un amigo que hizo de intermediario. Los tres están en prisión provisional comunicada y sin fianza a la espera de que se celebre el juicio.
Quienes conocían a Pedro Nieva, el presunto autor intelectual del asesinato de Javier Ardines, dicen que era celoso y violento. La noche de su detención, los agentes lo grabaron todo con un drone porque no se fiaban de su reacción. Sabían que tiene permiso de armas.