La operación comenzó en junio de 2017, después de que un ciudadano encontrara en las inmediaciones de un colegio granadino un teléfono móvil que contenía miles de fotografías de porno infantil y lo entregara en el cuartel de la Guardia Civil de Armilla.
El teléfono no tenía asignada ninguna tarjeta de telefonía móvil, y ni siquiera tenía código de desbloqueo, de ahí que el vecino que lo encontró pudiera acceder fácilmente a su contenido cuando buscaba un número al que llamar para devolverlo.
Al no estar vinculado a un número de teléfono y no encontrar ninguna referencia en su interior sobre su propietario, los agentes del Equipo de Delitos Tecnológicos de la Guardia Civil han tenido que analizar y estudiar más de 63.000 fotografías extraídas del terminal.
En el exhaustivo análisis la Guardia Civil ha comprobado que el detenido accedía a través de la deep web a un dominio con miles de archivos de pornografía infantil, archivos que intercambiaba con otras personas a nivel europeo.
En la operación se investigó el domicilio del detenido y fueron intervenidos varios equipos informáticos con más archivos de contenido pedófilo. Los agentes también investigan en los ordenadores y discos duros intervenidos si hay más personas relacionadas con esta actividad. El detenido y el material han sido puestos a disposición judicial.