Detienen en Madrid a un preso que escapó de la cárcel con órdenes falsas

INFORMATIVOS TELECINCO 01/04/2011 09:02

Agentes de la Policía Nacional han detenido a José Carlos Serna, de 57 años, tras fugarse por segunda vez de prisión, -el pasado mes de diciembre-, falsificando un fax supuestamente remitido por la Audiencia Provincial de Madrid. Ésta es la tercera vez que se detiene a este delincuente cabecilla de la red que secuestró en 2008 a un empresario español que fue liberado 15 días después de su cautiverio en el Algarve portugués. Serna había utilizado el mismo método para evadirse del Centro Penitenciario de Valdemoro en octubre de 2010. José Carlos Serna ha sido detenido en su domicilio de San Lorenzo de El Escorial, una vivienda completamente enrejada y de imposible acceso, en la cuál pensaba encontrarse seguro. La casa había sido días atrás registrada por la Policía y en ella se había detenido a su mujer, autora de la falsificación documental y compinche en su huida de prisión, por eso pensaba que los agentes no volverían al lugar. Los investigadores del Grupo de Secuestros y Extorsiones de la UDEV Central, de la Comisaría General de Policía Judicial, le localizaron allí, escondido bajo un sofá que tenía preparado para ocultarse. Los policías tuvieron que acceder al inmueble por el tragaluz del tejado.

Inmediatamente las investigaciones policiales apuntaban a su mujer, Gema María S.R, como autora de la falsificación del documento público. Desde un locutorio de Alcorcón, con su propio ordenador, simuló un teléfono de la Audiencia Provincial, se hizo pasar por funcionaria y remitió el fax que facilitó la huida a su marido. Gema fue detenida el 3 de marzo y se decretó su prisión provisional. En el registro de su vivienda se encontraron resguardos de ingresos que permitieron ir descubriendo la red de apoyos que Serna había tejido para permanecer oculto y seguro de la investigación policial.

El fugitivo había adoptado medidas impensables en delincuencia común: había alquilado habitaciones en pisos de Madrid y una casa en Boadilla; había contratado conductores; tenía diversos terminales telefónicos y cambiaba continuamente sus tarjetas. Disponía, además, de una red de contactos a los que identificaba con abreviaturas. Con ellos contactaba por mail y les daba instrucciones. Se hizo pasar por catedrático de Economía de la Universidad italiana de Bolonia y decía que venía a contactar con profesores de las universidades madrileñas. IM