El diputado del PSOE Ignacio Sánchez Amor ha viajado esta semana a la República Checa y a Serbia, como representante especial para Asuntos de Frontera de la Asamblea Parlamentaria de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa(OSCE), en una misión para conocer cómo llegan a Europa los primeros refugiados y migrantes.
En una entrevista con Europa Press, el diputado por Badajoz explica que la República Checa y Serbia son dos de los principales países de tránsito que los refugiados emplean hasta llegar a sus países europeos de destino.
Así, alerta de que el actual flujo de refugiados crecerá en primavera casi hasta duplicarse y, por ejemplo, según calculan las autoridades serbias, de las dos mil personas que acceden hoy en día al país la cifra podría llegar a triplicarse. Por ello, urge a las autoridades europeas, entre ellas las españolas, a actuar ya.
"Esta crisis pone a Europa en una prueba donde se verá la solidez de sus valores, si se respetan los derechos humanos. Por el momento, hay países como Hungría o como Polonia que han demostrado que no los cumplen", lamenta.
En el caso de España, se queja de que el Gobierno "aceptó a regañadientes" la cifra que le asignó la UE de refugiados y ahora, con la excusa de encontrarse "en funciones", mantiene una posición "pasiva".
UN VIAJE DE CUATRO DÍAS
El viaje comenzó el lunes en Praga con la visita a un centro de refugiados. Mantuvo contacto directo con las personas afectadas en la localidad de Kostelec nad Orlici, en el Centro Residencial para demandantes de asilo.
Ya en Serbia, se entrevistó con el ministro de Trabajo y Empleo (encargado del Grupo de Trabajo sobre Problemas de Flujos Mixtos de Inmigrantes), con el Comisionado nacional para los Refugiados, parlamentarios serbios, con el jefe de la Representación de Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y diferentes ONG.
Además, ha podido visitar los campos de refugiados en la zona de las fronteras con Kosovo y la República de Macedonia, por donde entran los refugiados desde Grecia en su éxodo hacia el centro de Europa, en las zonas de Presevo, Miratovac y Vranje, acompañados de Cruz Roja y de personal de la ONU. Además, ha mantenido encuentros con las autoridades locales y con el personal de las ONG que trabajan en la zona.
Sánchez Amor señala que tanto República Checa como Serbia en principio no tienen problemas a la hora de gestionar estos flujos migratorios. Eso sí, recalca el mensaje que le han trasladado las autoridades serbias, de que en primavera los flujos de llegada pueden llegar a triplicarse.
Según cuenta, al país llegaron en 2015 un total de 600.000 personas, y las medias diarias son entre 1.500 y 2.000. "El país ha conseguido en pocos meses organizar bien el tráfico, apenas hay peticiones de refugio. Es un país de paso, al que llega gente de Turquia, Grecia, o Macedonia, por ejemplo, y todos ellos acaban en la frontera con Croacia", señala.
En este sentido, celebra que tanto Serbia como Croacia hayan conseguido coordinarse para comprobar las identificaciones de los migrantes. En Serbia ya les toman las huellas y les identifican, datos que posteriormente comprueban en Croacia.
Como curiosidad, cuenta que todos los sirios nacen el 1 de enero o el 1 de junio porque en Siria sólo funciona dos días al año el Registro Civil en las zonas rurales. Además, dice que viajan con poco dinero y nada más llegar a estos países europeos sus familiares les envían dinero para poder sacar de los cajeros.
"El problema es que el sistema funciona bien con este nivel de 2.000 personas diarias. En primavera, el cálculo es que el tráfico puede ascender hasta las 6.000 personas, lo que pondrá en alerta el sistema de entrada y de salida", insiste Sánchez Amor.
"Europa tiene que asumir que la escala del problema es enorme y que las cifras de refugiados van a aumentar en primavera. Ya hay legislación sobre el tema, sólo hay que cumplirla. La solución pasa por trabajar en el origen. Es una solución política y militar. También por que Turquía destine el dinero que le ha concedido Europa para empezar a filtrar los flujos de migrantes", señala.
De hecho, sostiene que conoció a una chica siria a la que las mafias le pidieron 2.000 dólares por cruzar el Egeo, un viaje que había emprendido hace cuatro años.
UN INFORME FINAL
La misión también han participado otros parlamentarios como la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria, la portuguesa Isabel Santos, y el secretario general de la institución Roberto Montella.
Tras este viaje, la delegación elaborará un informe que se presentará en la reunión de la OSCE PA, que se celebra en Viena a finales de febrero.
La OSCE PA, como muchas otras organizaciones internacionales en estos momentos, asume la resolución de la crisis de los refugiados en Europa como uno de los retos humanitarios más acuciantes y como una amenaza para la cooperación y la seguridad en un área de influencia que abarca 59 países.