El discapacitado y los detenidos por vejarle pactaron por escrito el reto

  • Habían acordado por escrito las condiciones de un concurso con pruebas

  • Pactaron que no habría violencia extrema ni sexo

  • El suceso se originó con la convocatoria por redes sociales

El suceso ha heldo la sangre a muchos. Una persona con discapacidad amante de los retos, arriesgados, y un grupo de jóvenes que no dudan en vejarle y encima quieren cobrarle por ello. Mientras más detalles se saben de los hechos, más indignante resulta todo. El hombre con discapacidad que sufrió lesiones y vejaciones en Manacor y las siete personas detenidas por ello habían acordado por escrito las condiciones de un concurso con pruebas que convocó la víctima y pactaron que no habría violencia extrema ni sexo. Es lo que ha detallado la Policía Nacional, lo que no quita que los hechos sean despreciables.

Finalmente, el juez de guardia de Manacor ha dejado en libertad con cargos a los siete detenidos por la presunta vejación y lesiones de un discapacitado psíquico el pasado fin de semana y ha dictado contra ellos una orden de alejamiento de la víctima. El titular del juzgado de instrucción 3 de Manacor, Javier Burgos, ha tomado declaración desde mediodía a los cuatro hombres y tres mujeres detenidos por la Policía a raíz de la denuncia del discapacitado, un hombre de 34 años que había convocado a través de redes sociales un "concurso" para "cambiar de look" y pagar por las pruebas no superadas.

Según fuentes judiciales, el magistrado también ha prohibido salir de España a los siete detenidos, para quienes ni la Fiscalía ni la acusación particular ha solicitado el ingreso en prisión provisional.

"Los arrestados habrían superado su vulnerabilidad para humillarlo", según ha informado la Policía, que ha confirmado que el viernes 5 de marzo, el hombre fue citado por dos mujeres que aceptaron participar en el juego y que le llevaron, con los ojos vendados hasta el piso de Manacor donde le esperaban otras cinco personas, todas ellas de entre 20 y 31 años. Una vez en esa vivienda, le quitaron y fotografiaron el DNI le amenazaron con denunciarle para exigir que cumpliera con las condiciones que le impusieran en el "concurso".

Algunas de estas pruebas eran ejercicios físicos que la víctima era incapaz de realizar y como castigo le tatuaron dibujos de atributos sexuales en el rostro y el pecho, le marcaron también la espalda y le atravesaron con hilo varios dedos de los pies. Además, le desnudaron y le subieron a la azotea del edificio, donde le arrojaron una botella de agua por encima y le obligaron a permanecer allí media hora, lo que le causó hipotermia y mareos. Estas vejaciones y agresiones se sucedieron desde la tarde del viernes hasta el domingo por la mañana, porque la víctima tenía miedo de abandonar el inmueble por temor a represalias, pero el domingo por la mañana telefoneó a una amiga, quien avisó de los hechos a la Policía.

La portavoz de la Policía en Palma, Alejandro Becerra ha indicado que, durante la instrucción del caso, un forense deberá determinar si la discapacidad intelectual que sufre la víctima afecta a su capacidad volitiva y cognitiva. La investigación también tendrá que aclarar si hubo detención ilegal, si estuvo retenido contra su voluntad o si sufrió amenazas.

Las lesiones se persiguen de oficio

Becerra ha indicado que las lesiones se persiguen de oficio, aunque haya un acuerdo y se haya convenido, una circunstancia que puede rebajar el grado pero no suprime que haya delito. Ha advertido además de que si las lesiones afectan a menores o personas discapacitadas, no hay consentimiento posible. En la investigación del caso se deberá determinar si la discapacidad impide a la víctima negarse o impedir la situación.

Los participantes en el concurso son de dos grupos distintos, uno de Palma y otro de Manacor, que no se conocían entre sí. Cuando el hombre se sintió abrumado por la situación e intimidado por estas personas y quiso abandonar el piso, hubo una pequeña discusión hasta que le devolvieron la cartera y el móvil que le habían retirado, abandonó la casa con las dos chicas que le habían conducido a ella desde Palma, y avisó a una amiga que llamó a la policía. El portavoz policial ha hecho un llamamiento a la precaución en este tipo de juegos o retos convocados por retos sociales, porque se pueden ir de las manos.