Dylan: el cachorro de la Guardia Civil que sustituirá a Marley en la búsqueda de desaparecidos

  • Juan Manuel Sánchez: "Así me seguirán haciendo la misma pregunta: se llama así por Bob?"

  • Dylan es un perro de aguas de dos meses que será adiestrado en la detección de restos biológicos

  • La pérdida de Marley fue un golpe muy duro: "No sabía cómo contárselo a mi mujer y a mis hijos"

Un cachorro blanco de pelo rizado pasea juguetón por las instalaciones de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid. Se llama Dylan y es el nuevo fichaje del Servicio Cinológico, con sede en El Pardo. Todos le tocan y le saludan, sin importar la graduación. Mientras, el can les olisquea, mueve la cola y salta sobre las piernas. Tiene sólo dos meses y mucho que aprender hasta convertirse en un agente de cuatro patas.

El encargado de enseñárselo todo será Juan Manuel Sánchez, un guía que hasta hace una semana buscaba restos biológicos de personas desaparecidas junto a Marley, otro perro de aguas de tres años, que murió súbitamente, de un infarto, hace dos domingos.

Juanma no tenía fuerzas para hablar con la prensa. "No sabía ni cómo contárselo a mi mujer y a mis hijos. Salí a dar un paseo con Marley, Elton - un pastor belga malinois al que jubilé en febrero- y con un tercer can que tengo en la Escuela de Adiestramiento. Al volver dí un baño a Marley. Empezó a convulsionar y me di cuenta de que algo iba mal. Cuando murió no podía ni irme a casa. No sabía ni qué decir. Salí con Marley y no podía volver sin él".

Nos cuenta por qué ha decidido llamar a este nuevo compañero Dylan. "Antes todos me preguntaban si Marley se llamaba así en alusión al cantante de Reggae. Así me seguirán haciendo la misma pregunta: ¿se llama así por Bob?, explica mientras ríe. Es un hombre fuerte, en sólo unos días ha recuperado los ánimos y las ganas de seguir adelante.

La pérdida de Marley fue un golpe muy duro. "Estaba en el mejor momento, era un buen perro. Fue el último de su camada y hace unos días su criador, que está en Cádiz, me llamó para decirme que le quedaban sólo dos perros de esta otra camada. Le dije que no, que tenía a Marley y que hasta dentro de seis o siete años no quería más perros. Pero tuve que llamarle dos días más tarde para decirle que sí, que iba a por el perro."

Este agente del Instituto Armado se emociona al hablar de sus animales "convivo con ellos todo el día, viven en mi casa. Marley aprendió mucho con los niños y con mi mujer. Era uno más de la familia y todos estaban muy implicados con él. Nos daba mucha alegría". Con Marley participó en la búsqueda de Dana Leonte, Diana Quer, el pequeño Gabriel Cruz o Javier Ardines, el concejal de Llanes.

Ahora tendrá que empezar de cero. Primero socializar al animal y acostumbrarle a que vaya siempre junto a él, sin miedos. Después a seguir el olor de los restos biológicos y marcarlos, como si fuera un juego y con sus propios códigos para que haya una total complicidad entre el perro y el humano. "Es como un muñeco" dice su dueño. Pero Dylan no estará solo en esta aventura. Junco es su hermanito, otro cachorro de la misma camada, al que adiestrará Israel, compañero de Juanma en el Servicio Cinológico de la Guardia Civil en El Pardo y dueño de Athor. Estos dos guías trabajan siempre pata con pata.

Juan Manuel Sánchez es uno de los mejores en su especialidad. Un guía de confianza para la Guardia Civil. Comenzó su carrera en la unidad de Seguridad y Rescate y después se convirtió en Especialista en el rastreo Explosivos. Hasta que en 2006 acudió a un curso en Suiza donde conoció la labor de los perros que buscan restos biológicos a través de la Policía judicial de Berna.

Se enamoró de inmediato de esta forma de trabajo y comenzó a dedicarse de pleno a esta labor. En el año 2008 empezó a buscar restos biológicos junto a su perro Elton, que se retiró con 13 años.

Elton fue uno de los pioneros en España en esta especialidad y participó en más de 500 casos, entre otros la búsqueda de Marta del Castillo o Yeremi Vargas. Cuando realmente se vio que era un éxito la detección de restos biológicos fue el 24 de febrero de 2011. Cinco militares realizaban unas prácticas en el Centro de Excelencia contra Artefactos Explosivos Improvisados y Centro Internacional de Desminado de Hoyo de Manzanares, en Madrid, cuando se produjo una detonación. Estos perros demostraron que eran capaces de detectar restos humanos y ese fue el origen de esa especialidad, ahora fundamental para los agentes de homicidios.