Son las conclusiones del estudio "La población de origen ecuatoriano en España. Características, necesidades y expectativas en tiempos de crisis" elaborado por el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de Comillas ICAI-ICADE sobre la integración de esta población que llegó a ser la segunda extranjera más numerosa en España.
Según explica el investigador del IUEM Juan Iglesias, este colectivo "ha sufrido especialmente la dureza" de la crisis económica: desde 2008, el desempleo ha pasado del 7 al 31 por ciento de los ecuatorianos y "es habitual la precarización, la inestabilidad laboral y los salarios bajos" en esta población.
"La precariedad es la palabra que mejor define su situación laboral", apunta Iglesias, porque uno de cada tres ecuatorianos está en situación de desempleo y el 54% del total sufre algún periodo sin trabajo a lo largo del año. Además, casi un 24% no llega al salario mínimo interprofesional (649 euros)", afirma.
Iglesias señala que quienes no compraron en su día una vivienda "han podido superar mejor el impacto de la recesión", sin embargo, uno de cada cuatro ecuatorianos se metió en esa inversión. El 8,5 por ciento han sido desahuciados en estos años y el 5,1 por ciento tienen una orden judicial en marcha.
Los datos, que el investigador considera extrapolables a otras nacionalidades de inmigrantes, como peruanos, colombianos, paraguayos o bolivianos, apuntan con todo que las familias de origen ecuatoriano están "perfectamente arraigadas y asentadas" en la sociedad española, lo que explica que sean más los que quieren quedarse que los que aspiran a retornar, el 25%.
El estudio, elaborado en colaboración con el Observatorio Vasco de Inmigración Ikuspegi de la Universidad del País Vasco y la Embajada de Ecuador, plantea que "devolver el dinamismo a las políticas de integración social"; "trabajar más la diversidad y la cohesión social"; "continuar con las políticas de retorno para los 11.000 ecuatorianos que regresan a su país" cada año e "implementar políticas educativas para los jóvenes que se sienten más españoles que ecuatorianos" ayudaría a "paliar" la situación de este colectivo.