EEUU critica el deterioro de los derechos en Nicaragua y destaca la mejoras en Colombia

AGENCIA EFE 08/04/2011 15:46

El Departamento de Estado, que entregó hoy al Congreso su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo, indica que el año pasado los gobiernos de todo el mundo siguieron cometiendo "violaciones y abusos graves contra los derechos humanos", pero destaca que tres países -Colombia, Guinea e Indonesia- han registrado una "notable evolución positiva" en esa materia.

En el apartado que dedica a América Latina, el Gobierno de Barack Obama hace especial mención a Cuba, Nicaragua y Venezuela.

De los tres países llama la atención Nicaragua, pues, aunque ese país centroamericano ha sido criticado a menudo por el Departamento de Estado en sus informes anuales sobre derechos humanos, en esta ocasión lo critica expresamente en la introducción.

"El respeto a los derechos humanos y las instituciones democráticas se deterioraron durante el año pasado en Nicaragua. Los miembros de partidos de la oposición que protestaban no podían ejercer su derecho a la libertad de reunión", señala el texto.

En Venezuela, el Gobierno de Hugo Chávez utilizó al brazo judicial para "intimidar y perseguir" a personas y organizaciones críticas con sus políticas y acciones.

Esto incluyó a manifestantes pacíficos, periodistas, un miembro de la judicatura, partidos de la oposición, ONGs, así como líderes sindicales, empresariales y ciudadanos, destaca el informe.

En cuanto a Cuba, el Gobierno de EEUU destaca la liberación de presos políticos durante 2010, aunque reprocha a La Habana que la mayoría fueron puestos en libertad con la condición de que abandonaran la isla.

La Habana siguió reprimiendo los derechos humanos y las libertades fundamentales, tales como la libertad de expresión, de prensa, de reunión y de asociación, el libre movimiento y la libertad de religión, señala el informe.

La nota positiva la pone este año Colombia.

"Colombia es un país donde hubo notables mejoras en la situación de derechos humanos en 2010", afirma el Departamento de Estado.

Poco después de que el presidente Juan Manuel Santos asumiera el poder, el mandatario colombiano y su gobierno "fortalecieron la relación con la sociedad civil y los defensores de derechos humanos, mantuvieron sesiones de consultas de alto nivel, expresaron públicamente su apoyo a los defensores de los derechos humanos y entablaron un diálogo con ellos, destaca EEUU.

Bogotá respaldó asimismo esfuerzos para aumentar las penas por actos de amenazas y violencia contra defensores de derechos humanos, señala el Departamento de Estado.