Ejecutarán a 8 presos en 10 días para evitar que caduquen unas inyecciones

Informativos Telecinco 30/03/2017 18:18

Ocho prisioneros han sido condenados a muerte en el estado de Arkansas (Estados Unidos). Unas ejecuciones que se llevarán a cabo en sólo 10 días y con un objetivo muy claro: aprovechar la sustancia utilizada en las condenas –conocidas como midazolam- antes de que caduquen.

Se ordenó el mes pasado y resulta ser la mayor ejecución en un plazo tan corto de tiempo desde que se aprobó la pena de muerte en 1976. Además, el propio estado de Arkansas no ha ejecutado a ningún preso desde 2005, informa The Guardian.

Las dosis de midazolam han creado muchas controversias y más cuando han sido la principal razón de las ejecuciones fallidas. Éste es el caso del preso Clayton Lockett, quien murió en 2014 después de retorcerse de dolor durante 43 minutos al ingerir dosis de esta sustancia. "El ejemplo de Oklahoma [de Clayton Lockett] debería ser muy preocupante para los funcionarios de Arkansas", dijo a The Guardian Dale Baich, el abogado que defendió a Joseph Wood, otro de los prisioneros que murió en circunstancias similares ese mismo año en una ejecución fallida debido a la inclusión del midazolam.

Baich además añadió: "¿Qué pasará si el primer preso tiene el mismo tipo de reacción que Wood o Lockett? ¿El gobernador seguirá adelante con la siguiente ejecución? Esta prisa por ejecutar es estúpida e irresponsable".

Además de los presos, los encargados de ejecutar a estas personas también ven su salud mental perjudicada. En total han sido 23 ex funcionarios penitenciarios de 16 estados quienes enviaron una carta al gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, para que reconsiderase su decisión sobre realizar 8 ejecuciones en 10 días.

Allen Ault, un funcionario que ordenó iniciar cinco ejecuciones con silla eléctrica de 1994 a 1995, cuenta al mismo diario que tras 20 años aún se atormenta por lo que hizo. Asegura que "cuando se apretó el interruptor [de la silla eléctrica] por primera vez, y me di cuenta de que acababa de matar a un hombre, fue bastante traumático. Y al tener que hacerlo después una y otra vez y otra vez... no encontré la forma de sobrellevarlo". Es por esto que no tarda en expresar la preocupación que siente sobre los funcionarios de Arkansas que tendrán que llevar a cabo esas ejecuciones.

Posteriormente, Ault renunció al puesto y se trasladó al departamento de justicia de Estados Unidos que no tenía nada que ver con la pena de muerte. Desde entonces, se ha visto obsesionado por el recuerdo de los cinco hombres con cuyas vidas acabó. "No recuerdo sus nombres, pero todavía los veo en mis pesadillas", explicó.

Ahora esas pesadillas han vuelto a florecer tras lo dictado en Arkansas. Las ejecuciones se llevan a cabo por inyección letal y serán dos al día durante cuatro días separados en el plazo de 10 días. El 17 de abril, será el turno de los reclusos Don Davis y Bruce Ward; El 20 de abril, Stacey Johnson y Ledell Lee; el 24 de abril, Marcel Williams y Jack Jones; 27 de abril, Jason McGehee y Kenneth Williams.

Las preocupaciones de Ault no son por los ocho asesinos condenados que están destinados a morir, sino por los hombres y mujeres del equipo de ejecución a los que se les pide, como hace dos décadas, que maten en nombre de la justicia. "Pedir a los funcionarios de correcciones de Arkansas que maten a ocho personas, dos al día… no puedo explicarle lo profundamente preocupado que estoy por su salud mental", explicó al mismo medio.

Éste es el recuerdo de Ault que, en los próximos días, podría convertirse en el presente de varios funcionarios de Arkansas. "Como dice el viejo refrán, cavar dos tumbas: una para el condenado y otra para el vengador. Eso es lo que le sucederá a este equipo de ejecución: muchos de ellos tendrán que cavar su propia tumba", añadió.