Según han indicado, la madre fue con una hemorragia a un centro hospitalario y acabó confesando dónde había dejado el bebé, por lo que hasta el contenedor se trasladaron efectivos de la Policía Nacional, los Bomberos, la Policía Local y técnicos de Emaya, que procedieron a desmontar el contenedor.
No obstante, cuando lo abrieron y encontraron el recién nacido, éste ya se hallaba muerto. Por el momento se desconoce si el bebé había nacido muerto.