Por ello, el departamento de salud de Gauteng, lugar en el que han ocurrido los hechos, está investigando la declaración errónea que los paramédicos del servicio de ambulancias de Distress Assist hicieron sobre el estado se salud de la mujer. Así lo ha informado el doctor Paul Morule, el director general de servicios de patología forense de la localidad sudafricana.
Según indica Times Live, una fuente del depósito de cadáveres de Carletonville ha explicado que los trabajadores estaban transportando los cadáveres y realizando papeleo, cuando uno regresó para revisarlos y se percató de que la mujer estaba viva: “Cuando él sacó el cuerpo de la mujer, vio que estaba respirando".
De esta forma, el gerente de operaciones de Distress Alert, Gerrit Bradnick, confirmó que los sanitarios habían declarado a la mujer como fallecida, y que lo hicieron tras seguir todos los protocolos establecidos para ello. Incluso llegaron a buscar pulso y signos de respiración. “El equipo utilizado para determinar la vida no mostró ninguna forma de vida para la mujer", ha explicado Bradnick.
Tan claro tiene el gerente de operaciones de Distress Alert que sus empleados trabajaron de forma correcta, que ha asegurado que “esto no sucedió porque nuestros paramédicos no están capacitados adecuadamente. No hay pruebas de negligencia por parte de nuestros trabajadores".