En un informe, Bruselas lamenta que España, Irlanda y Países Bajos son los tres países de los Veintisiete que en 2011 "cayeron por debajo del nivel objetivo del 90 por ciento" que sí lograron el año anterior, al tiempo que advierte de que este tipo de servicios son "esenciales" para favorecer la conciliación de la vida laboral y personal.
España, sin embargo, había destacado en 2010 por ser uno de los únicos ocho Estados miembros de la UE en cumplir con el índice objetivo para preescolar y también para guardería, es decir, el compromiso de que un 33 por cietno de los niños con menos de 3 años en España tuvieran una plaza de guardería asegurada.
Además, el 60 por ciento de las españolas que no trabajan o que trabajan en un horario reducido para ocuparse de sus hijos lo hacen porque las guarderías son "demasiado caras", mientras que un 20 por ciento considera que los servicios no alcanzan la calidad necesaria y otro 18 por ciento porque no tiene acceso a ellos.
En el conjunto de la UE, el precio de las guarderías y la enseñanza preescolar también es el motivo principal para que las madres reduzcan su jornada o abandonen el empleo (53 por ciento), por delante de la calidad (20 por ciento) y de la disponibilidad (18 por ciento).
"Los padres saben muy bien que contar con unos servicios de atención a la infancia accesibles y asequibles es algo fundamental, no sólo para el desarrollo del niño, sino también para los progenitores que trabajan", ha declarado la vicepresidente del Ejecutivo comunitario y responsable de Justicia, Viviane Reding.
Por ello, Reding lamenta que "menos de uno de cada tres Estados miembros han conseguido alcanzar sus propios objetivos hasta ahora" y reclama a las capitales "esfuerzos" en la materia, porque, en su opinión, de ello dependerá que logren el objetivo de un 75 por ciento de tasa empleo en 2020.
En el marco de la situación de las europeas, Bruselas también ha publicado un informe sobre pensiones que alerta de la brecha que existe entre hombres y mujeres también cuando se trata del cobro de pensiones.
De acuerdo a las cifras de la Comisión, las mujeres en la Unión Europea reciben de media una pensión un 39 por ciento más baja que los hombres, aunque España se coloca por debajo de esta media, porque las españolas cobran un 34 por ciento menos de pensión que los hombres.
Bruselas explica estas diferencias por las mayores dificultades de las mujeres para encontrar un empleo, el hecho de que trabajen menos horas o años de media y que reciben salarios más bajos.