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Un bombardeo efectuado el sábado por el Ejército Nacional Libio ha provocado importantes daños materiales en el aeropuerto libio de Mitiga, el único operativo en la capital, Trípoli, que lleva meses asediada por las fuerzas rebeldes de Jalifa Haftar.
El ataque ha coincidido con el momento en el que iba a despegar un avión en el que viajaban siete españoles que iban a ser repatriados y que no han podido finalmente salir del país, aunque ninguno de ellos ha resultado herido, según ha confirmado ’20 Minutos’.
El resto de pasajeros del avión eran europeos, y entre ellos se han producido varios episodios de desmayos. El avión también ha sufrido daños materiales.
Las fuerzas del Ejército Nacional Libio (ENL), a las órdenes del mariscal Jalifa Haftar, ha negado este viernes su implicación en los ataques en barrios residenciales de Trípoli, la capital, y cerca sedes diplomáticas, según ha confirmado el portavoz Ahmed al Mismari.
En un comunicado, Al Mismari ha negado la implicación del ENL en actos que vayan "en contra las leyes internacionales" y ha subrayado su intención de proteger las sedes diplomáticas, de organismos internacionales y misiones en la capital libia.
Por ello, el portavoz ha acusado a los "bandas terroristas" que operan en Libia de recurrir a ataques contra embajadas y sedes internacionales en la capital para perjudicar la imagen del ENL. "Lo que pudimos ver ayer al tomar como blanco algunas de las embajadas en Trípoli forma parte de esto", ha añadido, según ha recogido el portal libio de noticias Al Wasat.
La Unión Europea ha condenado "en los términos más firmes" los ataques "indiscriminados" contra la capital de Libia, lanzados, según han trasladado, por las fuerzas opositoras que lidera Jalifa Haftar.
"Subrayamos que cualquier acción indiscriminada contra civiles e infraestructuras civiles es inaceptable y va contra el respeto a la vida humana y el Derecho Internacional", ha señalado la comunicación del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en nombre de los Veintisiete.
La declaración ha denunciado que el ataque, que se habría saldado con cinco víctimas mortales "inocentes", golpeó barrios residenciales de Trípoli, cerca de la residencia del embajador italiano en Libia.
Por su parte, la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) ha "condenado firmemente el incremento de los ataques contra zonas civiles pobladas de Trípoli" y ha agregado que "seguirá documentando las violaciones para compartirlas, cuando sea relevante, con el panel de expertos y el Tribunal Penal Internacional (TPI)".