El espíritu africano del carnaval retoma Montevideo con desfile de Llamadas

AGENCIA EFE 04/02/2011 01:44

Ante miles de espectadores, que atiborraron las estrechas callejuelas de los populares barrios montevideanos Sur y Palermo, cientos de bailarinas, abanderados y personajes típicos de la fiesta como el "gramillero" o la "mamá vieja" bailaron al trepidante ritmo impuesto por las "cuerdas" de tambores de cada comparsa, en la manifestación más profunda de la herencia africana en Uruguay.

"Esta es la mayor fiesta de la raza negra, donde se expresa vivamente una parte de su cultura. Cada año, con las Llamadas, esta renace y se hace presente", explicó a Efe Waldemar Silva, veterano líder de la comparsa Cuaréim 1080, una de las más afamadas de la ciudad.

A lo largo de kilómetro y medio a través del corazón de los barrios Sur y Palermo, el candombe y sus intérpretes se hicieron nuevamente protagonistas indiscutibles de la ciudad, en un desfile que se repetirá nuevamente el viernes y que servirá para elegir a la comparsa que reinará durante todo el año en el corazón de los afrouruguayos.

Más de 40 agrupaciones, con "cuerdas" de más de 80 tamborileros cada una, desfilarán entre hoy y la madrugada del viernes en una fiesta que sólo terminará cuando el jurado, dispuesto a lo largo del recorrido, distinga al mejor conjunto del Carnaval 2011.

En estas fechas, la población de esta zona cercana al Río de la Plata, donde se asentaron los esclavos negros tras su llegada hace más de doscientos años a Uruguay, está imbuida del espíritu de las Llamadas, con familias enteras dedicadas en cuerpo y alma a la fiesta.

"No todo el barrio puede participar, las comparsas están limitadas en número. Pero todos se divierten contemplando el espectáculo. Son todos candomberos y eso se demuestra en la calle", afirmó Silva.

Así, los intérpretes del chico (tambor agudo), piano (tambor grave) y repique (tambor solista) aparcan durante un tiempo su vida cotidiana para ensayar su música y devolver a la ciudad por unas horas durante las Llamadas los sonidos llegados de África.

Junto a ellos, jóvenes representantes de la comunidad afrouruguaya y vecinos del barrio aparcan sus trajes de estudiante, empleada o ama de casa para vestir con lentejuelas y contonear sus caderas incansablemente durante las más de dos horas que dura el recorrido de las comparsas.

Cada agrupación, desfiló además acompañada por sus estandartes y banderas de vivos colores, encabezadas todas por un "escobillero", cargado de cascabeles y espejos que realiza malabarismos con un palo, y un grupo de "mamás viejas", que representan a las antiguas amas de llaves del Uruguay colonial, y "gramilleros", la figura satírica de un anciano criado negro que al mismo tiempo ejerce de curandero para los africanos de la comunidad.

Desde el 27 de enero, cuando se inició el carnaval, considerado el más largo del mundo, y hasta bien entrado el mes de marzo se podrá ver a las distintas agrupaciones actuar cada noche en el Teatro de Verano de Montevideo, además de las docenas de "tablados" que se disponen por la ciudad para que todos disfruten de la fiesta.