La desgarradora imagen va acompañada de una carta en la que de Ester Quintana narra el calvario que ha pasado desde el pasado 14 de noviembre.
Tras cuatro operaciones "muy dolorosas" asegura que "he descubierto en estos 7 meses que soy una persona fuerte y valiente, más de lo que me consideraba, aunque la recuperación física y psíquica es muy lenta, a mi parecer".
"Odio, rencor y rabia, son palabras y sentimientos que conozco, pero intento queden fuera del diccionario de mi alma, las que no quedan son responsabilidad, perdón, igualdad, justicia, valor, amistad, solidaridad, verdad, libertad, serenidad", afirma, y añade que "lo que estoy sufriendo, no se lo deseo a nadie más".
Por este motivo, Ester sigue luchando por la abolición de las balas de goma, para que nadie más pase lo que ella está sufriendo, solo quiere ser la última víctima de estos proyectiles.