Cinco años sin ETA vistos por los ojos de un grupo de jóvenes de 17 años
Asier Bailez
20/10/201616:30 h.Los jóvenes que ahora empiezan la universidad no habían nacido cuando ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco en 1997. Así que no saben lo que supuso aquella multitudinaria manifestación para la deslegitimación de ETA ni lo que fue el Espíritu de Ermua o cómo nacieron aquellas manos blancas para decir 'no' a la banda armada. Lo comprobamos en la Universidad del País Vasco.
En un descanso entre clase y clase quedamos con varios jóvenes que ahora tienen 17 y 18 años y les preguntamos por si conocen qué fue lo que pasó en aquella terrible semana o quién fue Miguel Ángel Blanco. La respuesta fue unánime. No. Pero, aunque no vivieron gran parte de la historia de ETA, les han contado en casa o en clase lo que supusieron aquellos años de plomo. Hablan de que el terrorismo de ETA creó mucho trauma y mucho, mucho miedo, o que para la gente que no vivía en Euskadi todos los vascos eran terroristas.
Ahora, tras el cese de las acciones, sin tiros en la nuca, sin coches bomba , sin sobresaltos cada dos por tres, aseguran que viven en una Euskadi diferente. "Sin miedo la gente vive mejor", sentencian algunos. "Mientras no maten pueden ser recibidos en la política", dicen otros. Pero incluso estos jóvenes miran a ese doloroso pasado de reojo. "Siempre está la duda sobre si va a volver o no", dice una joven de Navarra que lleva un tiempo viviendo en Euskadi. "Porque ETA está inactiva pero nadie dice lo que hay en las sombras", sentencia un joven de Bermeo.
Cinco años después de que la banda armada dejara de atentar hay ganas de pasar página. "Hay que mirar para adelante. Eso se acabó y no hay que buscar fantasmas donde no los hay", dice un joven estudiante de Periodismo. Hay ganas de pasar página, sí. De olvidar no. "Hay que dejarlo atrás pero no olvidar", dice otra joven. Su compañera de clase añade: "Todo debe recordarse para no repetirse". Porque la memoria es la mejor arma para evitar que vuelvan la sangre y las lágrimas.