Al Adli, que también está siendo juzgado por su supuesta relación con la muerte de manifestantes durante las recientes revueltas egipcias, es el primer responsable del régimen del expresidente Hosni Mubarak contra el que se dicta una sentencia de prisión.
Según las fuentes, un gran número de familias de fallecidos en las protestas populares que comenzaron el 25 de enero y que desembocaron en la renuncia de Mubarak el 11 de febrero, se congregaron delante del tribunal, que se encuentra en las afueras de El Cairo.
La sentencia, que puede ser apelada, se pronunció tras cuatro sesiones en las que la defensa del exministro negó todas las acusaciones dirigidas contra él.
La Fiscalía de la Seguridad del Estado había acusado a Al Adli de haberse aprovechado de su posición como ministro de Interior entre octubre del 2010 y el pasado 7 de febrero para conseguir beneficios personales.
Al Adli ocupó dicho cargo desde 1997 hasta el pasado febrero.
El exministro ha sido declarado culpable de haber utilizado a los los funcionarios de su Ministerio para la venta de un terreno privado, por la que obtuvo 4,85 millones de libras (unos 800.000 dólares), de blanqueo de dinero y de enriquecimiento ilícito.
En cuanto al proceso abierto por su supuesta implicación en la muerte de ciudadanos durante la revolución egipcia, está previsto que la próxima sesión, en la que también se juzga a seis de sus antiguos asesores, se reanude el día 21 de mayo.
Tras la renuncia de Mubarak, que está siendo investigado por causas parecidas, los principales símbolos del antiguo régimen fueron detenidos.
Muchos de ellos se encuentran en prisión preventiva el la prisión cairota de Tora y contra otros, como Al Adli, ya han comenzado procesos judiciales.
Además de Mubarak, se encuentran detenidos, entre otros, los dos hijos del expresidente, Gamal y Alaa, el secretario general del todopoderoso y ya disuelto Partido Nacional Democrático, Safuat Sharif, el presidente del Parlamento, Fathi Surur, o el jefe del gabinete presidencial, Zakaria Azmi.