Experta alerta de que el linfedema, una secuela del cáncer, puede ser incapacitante si no se trata bien
EUROPA PRESS
05/03/201817:15 h."La causa de esta patología es una atrofia u obstrucción en el sistema linfático, un sistema de vasos que conduce la linfa (líquido rico en proteínas) hacia el corazón. Cuando este líquido sale al exterior se produce el edema y, si este se perpetúa en el tiempo, ocasiona fibrosis y depósitos de grasa", ha explicado.
Las manifestaciones clínicas pueden ocurrir poco tiempo después de la cirugía o años después, pueden ser de aparición brusca o lenta, comenzar en la raíz de los miembros o en las manos y pies. Por ello es importante estar alerta a los síntomas menores de alarma.
"Solamente en un 20 por ciento de los casos es de origen primario, ya que la mayoría son consecuencia de la cirugía oncológica en la que se extirpan los ganglios linfáticos, la obstrucción de los ganglios y/o vasos linfáticos debido al cáncer o el tejido cicatricial producido por la radioterapia", ha explicado la doctora Iglesias.
El edema, además de en las extremidades, puede ocurrir en la pelvis o en los genitales, dependiendo de los ganglios que se hayan tenido que extirpar. Sea primaria o secundaria, esta enfermedad conduce a una deformidad que, además de inestética por el volumen que puede adquirir la extremidad, es progresivamente invalidante, a veces dolorosa y, en ocasiones, puede originar complicaciones graves como infecciones que además empeoran su situación.
TRATAMIENTOS PARA EL LINFEDEMA
"El estudio de las alteraciones que se producen en el sistema linfático nos permite adecuar las mejores opciones de tratamiento quirúrgico al contexto específico de cada paciente, según las características de su sistema linfático afectado. Desconocemos porqué con las mismas intervenciones unos pacientes padecen de linfedema y otros no, pero conocemos que aquellos que tienen un patrón de linfáticos más disminuido tienen mayor probabilidad de desarrollarlo, y este patrón de vasos linfáticos disminuido lo tiene el 20 por ciento de la población según los últimos estudios", ha recalcado Iglesias.
Una de las técnicas más avanzadas para tratar el linfedema es la supramicrocirugía, que consigue derivar vasos linfáticos de 0,8 milímetros de diámetro, e incluso menores, a veces superficiales, para facilitar el retorno de la linfa a la sangre.
Otra técnica es el trasplante de ganglios linfáticos, el cual consiste en coger ganglios de una zona en la que "sobren" y trasportarlos a la zona donde se han extirpado. "Trasplantamos los ganglios, la grasa y la piel con las arterias y venas que los nutren. Se trata también de una técnica de microcirugía altamente especializada que debe ser realizada por profesionales con experiencia para que no aparezcan secuelas en la zona de donde se obtuvieron", ha dicho la doctora.
Por último, prosigue, se puede realizar una técnica específica de lipoaspiración linfática selectiva para retirar la fibrosis y la grasa que se han depositado cuando la linfa ha estado extravasada mucho tiempo. "En manos expertas es segura y no precisa de repeticiones si el postoperatorio es el adecuado", ha zanjado la experta del Hospital Nuestra del Rosario.