Experto advierte de que valorar el humor negro sin tener en cuenta el contexto es "simplificar"

EUROPA PRESS 16/06/2015 13:36

A juicio de Carretero, polémicas como la del concejal del Ayuntamiento de Madrid Guillermo Zapata, quien ha dimitido del área de Cultura por unos chistes publicados en Twitter sobre el Holocausto o las víctimas del terrorismo, "demuestran, una vez más, que el humor refleja en qué tipo de momento histórico nos encontramos".

"En una sociedad donde la clave es el 'yo', el bienestar personal y las emociones placenteras, se ve como un ataque imperdonable cualquier amenaza a ese bienestar. El humor debe ser para divertirse, no para reflexionar: debe ser ligero e intrascendente. Si nos hace pensar si el contenido es adecuado o inadecuado, es que no merece la pena", considera el investigador.

En su opinión, la respuesta ante el humor denigrante, como los chistes sexistas o racistas, y la respuesta al humor negro, depende de las características del receptor y del contexto, y de que quien escucha se sienta o no identificado con el colectivo al que se hace referencia, sean mujeres, inmigrantes o políticos.

El investigador apunta que "la clave de cualquier tipo de humor es dónde se cuenta el chiste, en qué contexto, ante qué audiencia y qué características tiene la persona que escucha el chiste".

El trabajo de este investigador de la UGR ha dado lugar recientemente a una publicación en la revista 'Humor', en colaboración con el profesor Thomas Ford, de la Western of Carolina University (Estados Unidos), y donde también participa la profesora de la Universidad de Granada Mónica Romero.

Como ha explicado Carretero, la teoría más antigua que existe sobre el humor es la de la "superioridad-denigración, donde ya se insiste en que la clave del humor siempre es denigrar a otro/otros". En este sentido, "la ridiculización o humillación son ingredientes básicos de gran parte del humor".

El investigador destaca que el humor negro "ha sido intentado controlar a lo largo de la historia. Es más, la distinción entre un humor "adecuado" e "inadecuado" ha estado presente igualmente a lo largo de los tiempos".

"Como es lógico, nunca se ha conseguido controlar a ese 'humor inadecuado y si algo define al humor es, precisamente, su falta de límites, y es ahí donde surge el humor negro", ha indicado.

EL HUMOR Y LA TRAGEDIA

"La antropología muestra que el contenido de las bromas y objeto de los chistes suele estar relacionado con los asuntos más importantes de cada sociedad, los intereses dominantes, las actitudes y valores relativos a las identidades, pero también las tragedias, como una forma de romper normas, al tratarse el propio hecho de contar ese chiste inadecuado como una reivindicación de que tenemos derecho a poner en duda lo que nos dicen que es intocable", ha apuntado Carretero.

"El humor, por encima de cualquier contenido concreto, es el ingenio con el que ideas aparentemente opuestas se colocan juntas para despertar y provocar la respuesta de humor. La sorpresa es la clave del humor, y no hay nada más sorprendente e inesperado que hacer humor con la tragedia o con el drama de una manera creativa e ingeniosa", ha relatado el experto de la UGR en un comunicado.

De esta forma, Carretero sostiene que puede resultar "gracioso" el humor negro, porque la forma de presentarse el chiste "resulta creativa y original, aunque a la misma vez despierte rechazo el contenido sobre el que versa". El humor, según ha indicado, "ante todo supone una ruptura de las reglas, y cuanto más fijas sean estas reglas, más alerta aparece el humor para intentar romperlas".

"La investigación nos ha demostrado que quien alguna vez se ha divertido o ha contado un chiste racista no es racista, y que quien se ha divertido o narra un episodio de humor negro no es un terrorista o un asesino", ha expuesto.

EL CHISTE MÁS ANTIGUO DEL MUNDO

El investigador de la UGR recuerda que el chiste más antiguo del que se tiene constancia data del año 248 d.C., y pertenece a una serie de manuscritos llamados Philogelos ('Amante de la risa'), de autor anónimo.

"En ellos se recogen un total de 265 chistes, en los que el elemento común entre todos es que el foco principal era ridiculizar o humillar. Y es que la denigración siempre ha estado presente, de una forma u otra, en el humor a lo largo de la historia", ha destacado Hugo Carretero.

"A lo largo de la historia, tradicionalmente ha habido un lugar para el humor y otro para lo serio. Había sitios donde uno podía hacer bromas y disfrutar del humor y otros donde su uso era incluso penalizado o reprobado. En la actualidad, aunque el humor lo domina todo, lo domina de una manera benigna o inocua", ha concluído el investigador..