Fallan quitarle el soporte vital a un bebé en contra de la voluntad de sus padres

Informativos Telecinco 30/05/2017 17:04

Charlie Gard sufre de una rara enfermedad genética y tiene daño cerebral. Cuando sus padres, Chris Gard y Connie Yates, se enteraron de un ensayo en EEUU que podría curarle quisieron llevarle allí cuanto antes, informa The Telegraph.

Sin embargo, los médicos y especialistas del Great Ormond Street Hospital de Londres, donde Charlie está siendo atendido, han asegurado que ese tratamiento es experimental y no ayudará. Además, han dicho que el soporte vital del pequeño tiene que ser retirado.

Fue el mes pasado cuando un juez de la Corte Suprema dictaminó en contra del viaje a Estados Unidos con el pequeño y apoyó la decisión de los médicos del Great Ormond Street Hospital. Así, el juez Francis concluyó que el tratamiento de soporte vital debía ser retirado.

Los padres de Charlie pidieron a tres jueces de la Corte de Apelaciones que revocaran la decisión del juez Francis. Pero todos ellos, que analizaron las pruebas en una audiencia del Tribunal de Apelación en Londres el martes, han secundado el fallo.

El juez dijo que había tomado la decisión con verdadero pesar, pero con la "convicción completa" de que sería lo mejor para Charlie.

"Todos los médicos que tratan a Charlie en el Great Ormond Street están de acuerdo en que ha llegado el momento en que se debe retirar la ventilación artificial, que se le debe dar cuidados paliativos solamente y que se le debe permitir morir pacíficamente y con dignidad", aseguran desde el hospital. "Charlie ha sido atendido por el equipo más experimentado y sofisticado que pueden ofrecer nuestros hospitales".

El juez dijo que expertos en hospitales de España también habían considerado el caso de Charlie y llegaron a la misma conclusión. Y añadió que "la condición de Charlie es excepcionalmente rara y estoy seguro de que he recibido informes de todo el mundo de quienes lo saben tan bien como cualquiera".

Richard Gordon, que dirigió el equipo legal de los padres de Charlie, dijo a los jueces de apelación que el caso planteaba "cuestiones legales muy serias". "Ellos desean agotar todas las opciones posibles", dijo Gordon en un bosquejo escrito del caso de los padres de Charlie. "Ellos no quieren mirar hacia atrás y pensar '¿qué hubiera pasado si…?' Este tribunal no debe interponerse en el camino de su única esperanza restante".

El abogado añadió que los jueces no deben interferir con el ejercicio de los derechos parentales y dijo que "lo que realmente está en juego en este caso es que el Estado, a gran escala, se inmiscuye en su derecho a la vida privada y familiar".

Además, los abogados, que representaban a los padres de Charlie de forma gratuita, dijeron que no había riesgo de que la terapia experimental propuesta en los Estados Unidos causara un "daño significativo" a Charlie.

Aunque, de momento le mantienen con soporte vital, sus padres han recaudado 1,3 millones de libras a través de un crowdfunding con la esperanza de financiar el tratamiento experimental en los EEUU, ahora prohibido por un juez.