Sorprendente giro en el caso de la familia que murió intoxicada por unos tapones en Alcalá de Guadaira (Sevilla).La policía ha imputado a los responsables de dos empresas de donde procedían esos tapones. La principal hipótesis que se baraja es que la empresa de residuos que se encargaba de la destrucción de los tapones se los entregó a la chatarrería y creen que Enrique los podría haber adquirido uno de los días que fue a llevar su chatarra acabaron en su bañera sin saber de su peligrosidad: la fosfina al contacto con el agua es mortal