¿Estamos ganando el pulso a los narcotraficantes del Estrecho?

telecinco.es 17/10/2018 14:37

La presión del narcotráfico era asfixiante en la zona del campo de Gibraltar. La impunidad con la que parecían actuar los traficantes de droga llenaba portadas de medios de comunicación y colocaba a las fuerzas de seguridad en una posición muy incómoda frente a la ciudadanía.

Unos ciudadanos y vecinos que veían con absoluto asombro e indignación la facilidad con la que estos delincuentes desembarcaban fardos de droga en plena playa con los arenales repletos de familias con niños. Eran los mismos que sorteaban todas las barreras y diques que se instalaban en la desembocadura del río Guadarranque para evitar el acceso de las narcolanchas.

La presión resultó ser insoportable para la cúpula del Ministerio del Interior con Juan Ignacio Zoido al frente en los últimos meses de gestión de Mariano Rajoy. Así, en mayo de 2018 se puso en marcha un plan especial para intentar ganar la batalla a los capos de la droga. Y parece que algo está ocurriendo.

El primer mazazo a ‘Los Castañitas’ llegada a principios de junio de este año con la detención de Antonio Tejón, el menor de los hermanos. Escurridizo, bien conectado con sus soplones dentro de las fuerzas de seguridad, había logrado escapar en varias ocasiones al cerco policial, pero el día 6 un operativo compuesto por casi cien agentes iba a cambiar su destino.

Ese día los efectivos de la Brigada Greco (Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado) entraron en el barrio de La Atunara, una zona con calles angostas y donde residen otras personas relacionados del clan y tras desplegarse por la zona para prevenir posibles altercados lograron localizarle y detenerle en el interior de una de las viviendas en la que su pareja vivía con sus hijos.

Monopolio del tráfico de hachís

La organización conocida como Los Castañas monopolizaba el tráfico de hachís en el Campo de Gibraltar y ocultaba la droga inmediatamente después de su desembarco en diferentes fincas de la zona de El Zabal,

barrio de La Línea de la Concepción.

Estos no solamente realizaban transportes para su organización, sino que también cobraban elevadas sumas de dinero alijando toneladas de hachís para distintas organizaciones criminales, gracias a la amplia infraestructura que poseen en la zona de La Línea de la Concepción para llevar a cabo con éxito este tipo de operaciones.

Los investigados disfrutaban de un altísimo nivel de vida, realizando viajes de alto coste, acudiendo a grandes acontecimientos deportivos, alojándose en hoteles de gran lujo, adquiriendo coches de alta gama y viviendas de lujo.

Cae 'Isco'

Pero el golpe definitivo contra este poderoso clan delictivo ha tenido lugar este miércoles cuando tras una larga negociación entre los abogados de Francisco Tejón, alias 'Isco' y las fuerzas de seguridad se ha entregado a la policía y ha sido trasladado a una comisaría gaditana.

El rastro se 'Isco' estaba ya fijado tras la detención de su hermano Antonio en Junio. Pero todas las alertas saltaron a principios de octubre reapareció de forma insólita, interviniendo en un videoclip musical colgado en YouTube.

A partir de este momento la presión ha sido clave para su detención y aunque el vídeo musical podría estar grabado hace unos meses, ese gesto de "la impunidad con la que parecía sentirse" ha desencadenado los acontecimientos.

Por ello, la entrega era una cuestión que se venía considerando en las últimas semanas desde el ámbito policial y judicial a raíz de la detención de su hermano hace unos meses, que se encuentra actualmente en prisión en Córdoba.

Francisco Tejón está acusado de los presuntos delitos de narcotráfico, pertenencia a organización delictiva y blanqueo de capitales. En este sentido, las fuentes policiales han indicado que con su entrega comienza un proceso en el que hay mucho por indagar, como el patrimonio real que posee el ahora detenido, así como la información que pueda aportar del clan.

Narcoemabrcaderos

Según ha apuntado la Policía, fruto de la investigación, se pudo determinar que organizaban habitualmente transportes de estupefaciente utilizando cada vez al menos dos embarcaciones semirrígidas de más de 12 metros de eslora, con capacidad para transportar unas tres toneladas de hachís en cada una de ellas.

También se comprobó que utilizaban equipos de transmisiones con los que comunicaban durante el transporte, desembarco, y ocultación del estupefaciente, además de contar con numerosas personas que realizaban las funciones de vigilancia en puntos estratégicos para alertar de cualquier actuación policial.

Además, la Policía averiguó que muchas de las viviendas de las que la organización disponía en la zona de El Zabal eran empleadas para la guarda, custodia y ocultación del estupefaciente, siendo adquiridas

por la organización con la intención de cederlas a familias humildes, sin ningún tipo de remuneración económica y sin anotaciones policiales ni relación con actividad delictiva alguna, para que pudieran pasar

desapercibidas y no levantar ningún tipo de sospecha.

Así, a estas personas se les facilitaba, además de las viviendas referidas, vehículos y dinero a cambio de que realizaran las labores de guarda, custodia y almacenamiento de la droga inmediatamente después de su desembarco.

La organización disponía de al menos dos de los llamados narcoembarcaderos, situados en uno de los márgenes del río Guadarranque, por donde surtían las embarcaciones con destino a Marruecos y por donde posteriormente eran recogidas tras realizar el alijo del estupefaciente.

Para este fin poseían varias embarcaciones semirrígidas que utilizaba para el transporte del hachís, así como vehículos todoterreno sustraídos que ocultaban en diferentes fincas, preparados para cargar la droga.

Tres de estas embarcaciones, de unos 12 metros de eslora y con varios motores de 300 caballos --valoradas en 200.000 euros cada una--, han sido intervenidas durante los registros.

"Llevarse por delante" a quien tratara de detenerlos

Según ha explicado la Policía, los conductores de los vehículos todoterreno que realizaban la carga del estupefaciente en playa para llevarla hasta el lugar de ocultación (lugares conocidos como caletas o guarderías), habían recibido órdenes de embestir a cualquier vehículo que intentara su interceptación, ya fueran integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o de cualquier otra organización que pretendiera sustraer la droga.

Así, en varios de los desembarcos protagonizados por la organización fueron arrollados vehículos policiales uniformados cuando intentaban frustrar el desembarco de la droga, además de poner en peligro a particulares que circulaban por la zona.