Unas 500 personas han dedicado su último adiós al caporal de los Mossos d'Esquadra que perdió la vida el pasado sábado después de ser arrollado por un vehículo en un control de alcoholemia en Sant Quirze del Vallès (Barcelona).
El caporal participaba en un dispositivo en el acceso de la autopista C-58 a la Zona Hermética, cuando un vehículo conducido por un militar de 24 años de edad y vecino de Santa Coloma le atropelló mortalmente y se dio a la fuga.
El multitudinario funeral se ha celebrado este martes en el tanatorio de Sabadell, donde centenares de personas han tomado parte del acto, entre los que destaca el conseller de Interior, Ramon Espadaler.
La Conselleria de Interior le ha concedido a título póstumo la Medalla de Oro con distintivo rojo --la máxima condecoración de la policía catalana--, que se entrega en aquellos casos en los que la persona receptora ha sufrido heridas graves cuando se encontraba en una jornada de servicio.
Además, según ha informado en un comunicado la Conselleria, la Generalitat se personará como acusación particular en el caso.
Junto a Espadaler han acudido el secretario general de la Conselleria, Josep Martínez; el director general de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle; el comisario jefe de la policía catalana, Josep Lluís Trapero, y el jefe de Comisaría General de Movilidad de los Mossos, Miquel Esquius.
También el director del Servei Català de Trànsit, Joan Josep Isern; la directora del Institut de Seguretat Pública de Cataluña, Núria Aymerich, y varios comandos de la región policial metropolitana norte de los Mossos.