Según ha explicado el responsable de la organización, Alberte Mera, los ocho jóvenes fueron identificados por la Policía Nacional cuando se encontraban repartiendo folletos en la parada del autobús de Plaza de América. Los jóvenes fueron denunciados ante la Subdelegación del Gobierno y se les impuso una multa de 360 euros a cada uno.
Mera ha señalado que, al contrario de lo que refleja la resolución sancionadora, estas personas no estaban participando en una manifestación no comunicada "ni se produjeron desórdenes públicos", sino que estaban ejerciendo un "derecho fundamental" en una jornada de huelga.
Asimismo, Galiza Nova ha precisado que la mayoría de los participantes en este reparto "no pisaron la carretera, sino que se mantuvieron en la acera informando a los estudiantes". También ha criticado que el proceso de identificación de los jóvenes se alargó "con clara intención de impedir que continuasen informando de la jornada de huelga".
Finalmente, ha concluido que las sanciones son un "castigo ejemplarizante contra quien informa o protesta contra el robo de los derechos y contra el ataque a la enseñanza pública".