Los gestos faciales determinan cómo juzga un niño a un adulto, según un estudio

Informativos Telecinco 22/04/2019 20:30

Tessa Charlesworth, de la Universidad de Harvard y autora principal del estudio, ha señalado que "durante siglos, los filósofos, científicos y personas en general han reconocido que los rasgos faciales dan forma fundamental a la forma en que juzgamos y nos comportamos con los demás, pero la mayor parte de eso se ha basado en intuiciones de cómo se comportan y perciben los adultos".

La autora también ha resaltado que lo sorprendente de este proceso es la capacidad temprana que tienen los niños para identificar los "rasgos faciales relativamente arbitrarios en sus juicios y conductas consecuentes", y comportamientos a los tres años en los que ellos mismos "toman decisiones acerca de los rasgos de carácter de una persona, como la confiabilidad, el dominio y la competencia, al observar sus rasgos faciales", ha señalado Charlesworth.

"Nuestro estudio demostró que los niños de 5 años, pero no los más jóvenes, parecen usar constantemente las características faciales para decidir cómo deben comportarse con una persona, así como sus expectativas de la conducta de la otra persona. En otras palabras, los juicios de los niños sobre las caras parecen tener consecuencias para el comportamiento", ha afirmado.

Procedimiento confirmado en 350 niños

Un total de 350 niños entre edades comprendidas entre 3 y 13 años, fueron sometidos al experimento en el que se incluyeron muestras de participantes adultos porque los investigadores querían comparar las evaluaciones de rostros de niños con los resultados de adultos.

En un primer momento, evaluaron el tipo de conducta que los niños asociaban dependiendo del rostro que tuviesen delante. Los niños y adultos observaron pares de caras generadas por computadora que fueron diseñadas para ser percibidas como confiables o no confiables, dominantes o sumisas y competentes o incompetentes.

Como resultado, observaron que los niños de tres años realizaron aproximaciones faciales de carácter estereotipado. Para ello, se decantaron más por rostros con apariencia confiable, sumisa y competente como 'bonitas', y las caras de confianza, incompetentes y dominantes no confiables como 'media'.

Además, los niños de cinco años de edad o superior se les pidió que emparejarán las caras con los comportamientos estereotipados esperados, por ejemplo, indicando cuál persona escogerían para levantar mayor peso. A medida que se incrementaba la edad del niño mayor exactitud presentaba en las consideraciones.

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