Guillén ha mencionado que las características de esta crecida son "especiales" en relación a la avenida en 2015, ya que esta riada viene "en modo meseta" y, por lo tanto, es "mucho más lenta de lo esperado". Ha apuntado que el caudal seguirá aumentando en la capital aragonesa hasta esta noche, aunque la previsión es que por debajo de la crecida de 2015.
Ha mencionado que la punta de la crecida llegará a los municipios de la Ribera Baja a partir del lunes, previsiblemente al mediodía y ha advertido de que el caudal del Ebro se puede ver incrementado por la aportación que haga el río Gállego. En cualquier caso, ha precisado que los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) entienden que el nivel del agua en la Ribera Baja no se va a aumentar "sustancialmente". "Se va a incrementar un poco, pero sin poner en peligro los cascos urbanos, que es lo que más estamos intentado cuidar".
En este punto, ha recordado que en los municipios ribereños hay desplegados efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), de bomberos e infraestructuras de la Diputación Provincial de Zaragoza y medios del Gobierno de Aragón. "La previsión es que podamos contener el cauce, pero en cualquier caso nos gusta ser prudentes y vamos a estar muy atentos".
Segundo puesto de mando
Vicente Guillén ha relatado que se ha tomado la decisión de llevar un segundo Puesto de Mando Avanzado a Pina de Ebro, y que se ha establecido a las 7.30 horas del domingo. "Por lo tanto, habrá una coordinación de todos los efectivos 'in situ' en estos pueblos que pueden tener más riesgo".
Ha mencionado que, al igual que en la Ribera Alta, se habla con los Ayuntamientos de los municipios de la Ribera Baja para plantear la posibilidad de que las personas con movilidad reducida se puedan trasladar a centros adecuados, "aprovechando que hoy hace un buen día".
"Esto se va a hacer siempre contando con los servicios sociales y con la valoración de los Ayuntamientos. Nosotros recomendamos, pero no tomamos ninguna decisión". Además, ha precisado que se trataría de una medida preventiva, dado que no se espera que la crecida llegue a los cascos urbanos.
Guillén ha mencionado que Pina de Ebro es el sitio "más crítico" donde se podría percibir algún problema en el casco urbano, aunque no se espera que sea así. "En el resto de municipios hay afecciones sin ninguna duda para la agricultura, que duelen porque desde el punto de vista económico se van a producir muchas pérdidas, pero las prioridades que tenemos desde Protección Civil son las personas".
Sobre las críticas de agricultores y ganaderos respecto a la falta de limpieza del cauce del Ebro, ha reconocido que son "razonables" pero que la responsabilidad del Gobierno de Aragón está "muy lejos" de poder actuar en este sentido.
"Los agricultores piden que se limpie el río, algo que vemos perfectamente lógico, pero la legislación medioambiental europea y española dificultan muchísimo esas cuestiones". No obstante, ha considerado que en esta reivindicación los agricultores tienen "razón" y que las administraciones tienen que hacer "un esfuerzo" para poder resolver "de una vez este problema", ya que "cada vez con menos caudal se producen más afecciones".
Ha abogado por conjugar los intereses medioambientales con los de los municipios ribereños. "Tenemos que estar muy atentos a lo que nos están diciendo los agricultores y tendremos que tomar alguna medida".
Zaragoza
El consejero de Presidencia ha mencionado que "la atención también está centrada en Zaragoza", donde el domingo llega la punta de la crecida y no se está produciendo "incidencias especiales".
Sin embargo, ha pedido a los ciudadanos que se muevan por la ciudad en transporte público, algo que "ayudará a poder actuar de una manera más razonable e intentar que la ciudadanía no tengan grandes afecciones".