John llamó al telefonillo de su casa, en el barrio de El Tomillar, de esta localidad y habló con su hermano --al que llegó a decirle que no tenía batería en el móvil-- pero nunca llegó a entrar. Desde entonces, nadie el ha visto ni ha podido hablar con él.
El gabinete de prensa de la 112 Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos, considera positivo difundir la descripción del joven, ya que no se encuentra ninguna pista de su paradero.
John es un joven moreno de 1,65 metro de altura y 75 kilos de peso. Leva un pendiente en la lengua y tatuajes en el brazo derecho y en los codos. El día que desapareció vestía una sudadera gris con capucha y zapatillas deportivas.
"No nos imaginamos qué ha podido pasar", indica su padre, Roberto Ávila, quién asegura que su hijo "siempre ha sido muy correcto". "Nos dejaba mensajes, no es normal, que pase sin llamar a su familia", han explicado a Europa Press.
Su novia Elisabeth también está "muy preocupada" porque ninguno de los amigos que conoce saben nada de él. "Incluso he hablado con amigos suyos que yo ni conocía", asegura, pero nadie ha tenido noticias de John desde hace una semana.