Así, hasta el 31 de mayo, se han quemado un total de 49.738 hectáreas, lo que representa un 38,97 por ciento más que la superficie arrasada por las llamas hasta la misma fecha de 2011 y un 75,75 por ciento más que la media del decenio. En cuanto al número de siniestros, se han producido 8.252 fuegos en toda España en este periodo.
Además, se han registrado nueve grandes incendios (más de 500 hectáreas), una cifra que triplica la media de grandes incendios del decenio y casi duplica los grandes fuegos de 2011, cuando se produjeron 5 grandes fuegos.
En total, se han producido 8.252 siniestros, de los que el 61,54 por ciento fueron conatos (menos de una hectárea) y 3.173 fueron incendios de más de una hectárea.
Por tipo de vegetación, 38.882,87 hectáreas quemadas fueron superficie matorral y monte abierto; seguidas de las 8.012 hectáreas de superficie arbolada quemada y de 2.843 hectáreas de pastos y dehesas.
En cuanto a la distribución geográfica del fuego, el 56,70 por ciento de los siniestros se registraron en el noroeste; el 29,92 por ciento en las comunidades interiores; el 13,02 por ciento en el Mediterráneo y el 0,36 por ciento en Canarias.
Respecto a la superficie forestal, el 72,82 por ciento ardió en el noroeste; el 14,34 por ciento en las comunidades interiores; el 12,75 por ciento en el Mediterráneo y el 0,09 por ciento en Canarias.