Oscar, José y Sergio todavía tienen el susto en el cuerpo. Son los tres amigos que disfrutaban de una comida familiar en el río Miera cuando se ahogaron Gema y su hermano. "Es un momento de shock", nos cuentan.
"Nos avisaron que había un niño flotando y otro debajo", dicen y no se lo pensaron dos veces y se lanzaron al agua. Consiguieron sacar a Gema pero ya era tarde. "Le miré el pulso… no tenía".
Con Inocencio no fue tan sencillo. "Era imposible porque había un remolino y nos hubiera chupado a los dos. Los bomberos se tuvieron que poner un cinturón de plomo", narran.
Los dos hermanos, junto con un tercero minusválido y una sobrina presenciaron toda la escena. Habían salido a pasear por la orilla del río Miera y al llegar a la presa, Gema decidió hacer una foto. "Se había resbalado y se había caído", cuentan los tres vecinos.
Su hermano, Titi, apodo por el que era conocido se tiró para rescatarla golpeándose la cabeza con una roca. Se trata de una zona muy peligrosa en la que está prohibido el baño. Muchos jóvenes, en verano desoyen las normas y se bañan allí.
Los dos hermanos de 52 y 40 años eran vecinos muy conocidos de Entrambasaguas, un municipio cántabro que hoy les llora. El funeral tendrá lugar esta tarde en la Iglesia Parroquial de Santa María de Cudeyo en Solares.