"Mi hijo mató a mi pareja para evitar que él me asfixiara"

REBECA SAN CRISTÓBAL OREA 09/03/2010 00:00

Medio año de noviazgo feliz en el que Carlota se enamoró porque vio a un hombre abierto, culto, "con una mentalidad occidentalizada", que nada tenía que ver con él. Fue cambiando poco a poco "o simplemente, al principio me engañó". Pasó a ser un ser dominante, un maltratador "sobretodo psicológico, hasta con su propio hijo, yo tengo dos de mi anterior relación", pero también hubo malos tratos físicos.

A los dos años, Carlota pensó que ya había aguantado bastante, las amenazas continúas, su sufrimiento, el de sus hijos... le hizo tomar la decisión de decirle que quería separarse.

La situación no hizo más que empeorar hasta que llegó el fatídico día del 11 de diciembre de 2008, una fecha que ni Carlota ni sus tres hijos podrán olvidar jamás (el pequeño apenas contaba con 3 años por aquel entonces).

Quería matarla

Ese día su pareja se emborrachó, "como de costumbre. Llegó a casa, cerró la puerta con llave, discutimos y él intentó estrangularme, levantándome medio metro del suelo".

Cuando su hijo mayor (que tenía 18 años) vio que este hombre cogía un cuchillo decidió intervenir y tratar de quitárselo. La discusión duró cerca de una hora. Como resultado el hombre falleció y su hijo lleva desde entonces en prisión preventiva a la espera de que se celebre un juicio.

La Fiscalía ha solicitado 20 años de cárcel por asesinato, "pero mi abogado no está dispuesto a concedérselo porque mi hijo no es ningún asesino, es un buen niño, sólo actúo por instinto de protección. ¿Acaso habría hecho algo diferente un hijo al ver que tratan de matar a su madre?", se pregunta Carlota.

La vida pasó a ser un infierno

Ese hombre murió el 11 de diciembre de 2008 pero sus actos aún perviven y le cuestan la salud a Carlota y a sus tres hijos. Todos ellos se encuentran en tratamiento psicológico.

Hasta el más pequeño recuerda aquel día e identifica a su padre como "al lobo feroz. Se dio cuenta de que quería matar a su madre", nos cuenta Carlota.

Carlota recuerda ese día con todo detalle, tanto es así que asegura que estaba viendo el informativo y que en él hablaban de violencia de género en el momento en el que su pareja le aseguró que "sería la víctima número 63".

Lloró lo ocurrido, como todos porque "hasta mi hijo mayor le quería, era su padrastro" hasta que se enteró de que este hombre había abusado de su hija de los 8 a los 10 años. "En ese momento decidí dejar de llorar", nos confiesa.

De lo que se ha dado cuenta con esta experiencia es de que hace falta que las autoridades actúen antes de que sea tarde, que actúen cuando una mujer víctima de la violencia machista denuncie porque "en mi caso no podía denunciar. Sabía que si lo hacía me mataría y no sólo temía por mí, también por mis hijos, con eso me amenazaba. Imagínate que denuncias a tu pareja y que tienes que volver luego a verle", nos explica.

Eso sí, "los servicios sociales, el Ayuntamiento de Segovia, Mujeres rurales y mi familia me dieron todo el apoyo y la información que necesitaba". Hasta la han ayudado a buscar trabajo, ya que su ex pareja no le dejaba salir a trabajar, "llegó el punto en que ni siquiera me dejaba salir, estuve recluida en casa durante seis meses".

Su hijo mayor actúo por defender a su madre "pero es consciente de que mató a un hombre y que por eso tiene que estar en la cárcel".

Hace un año y dos meses que ingresó en prisión y todavía se encuentran a la espera de que se fije una fecha para el juicio.

Mientras, él trata de aprovechar en tiempo que está presión para estudiar, leer, hacer ejercicio. "Y, por supuesto, tiene buen comportamiento porque no es nada conflictivo".

¿Qué hace falta para evitar estos casos?

¿Dónde está la Justicia?