40 horas para un milagro

telecinco.es 21/01/2019 20:25

Metro a metro. Los trabajos de perforación siguen y creen que esta madrugada se lograrán excavar los 60 metros. "Está todo previsto, no hay nada al azar. Se está analizando todo para trabajar lo más rápido posible y con la mayor seguridad para todas las personas que trabajan en el rescate", dice Francisco Delgado Bonilla, presidente del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga.

El terreno se ha convertido en un cráter. La perforadora ha alcanzado los cincuenta y cinco metros pero los últimos cinco metros se resisten. Se trabaja a ciegas porque no ha sido posible hacer un estudio del terreno como se hace habitualmente en estos casos. Una capa de cuarcita, una roca extremadamente dura, está ralentizando el avance. Una vez terminen el pozo paralelo todavía quedarán muchas horas para llegar hasta Julen.

Deberán encamisar el conducto con unos tubos, una tarea que puede durar seis horas a la que hay que añadirle un relleno de seguridad para fijar las tuberías a las paredes. Será entonces cuando esta jaula baje a los mineros que cavarán los últimos cuatro metros de galería. Hablamos de condiciones extremas, de una galería de uno por 20 por lo que los mineros deberán trabajar agachados, en condiciones difíciles hasta para poder respirar. Necesitarán, de hecho, el sistema de ventilación que se está elaborando para lograr abrirse camino. Cada metro supondrá ocho horas de esfuerzo.

Rodrigo Reveco, inventor de la cápsula Fénix en el año 2010 tiene claro a lo que se enfrentan los héroes de Asturias. Sabemos lo que es tener el cuello apretado, la angustia, la lágrima seca, la impotencia de querer darle con el puño a la roca para romperla más rápido, créanme que los entiendo, entiendo lo que es quedarse dormido dando hasta la última gota de energía. Fuerza, paciencia y calma es lo que pide porque los errores en los subterráneos se pagan muy caros.

Los padres de Julen no están solos ni un solo minuto. La gente les rodea, les da ánimos, les ofrece sus casas, su comida. Ya han dejado ambos de dormir en el coche porque no pueden estar con la maquinaria trabajando a toda mecha, tanto que el motor debe ser parado para que no estalle. Hombres y máquinas trabajan al límite y también lo hacen los psicólogos que no dejan a los padres, que les insuflan ánimos ahora que las cosas parecen más complejas, que se espera un milagro.

En total, cuarenta horas hasta alcanzar el punto subterráneo en el que se encuentra Julen y finalizar el rescate. 40 horas para un milagro.