Fuentes hospitalarias han certificado el alta del último de los heridos, que hasta el pasado domingo se encontraba ingresado en la UCI del hospital. La intoxicación acabó, por contra, con la vida de un compatriota de 31 años, el único fallecido por este suceso.
La investigación de la Policía Nacional, bajo instrucción del Juzgado número 4 de Almería, se mantiene abierta a fin de determinar cómo y qué produjo el envenenamiento de las siete personas que consumieron de una botella de whisky, cinco de ellas jóvenes de entre 20 y 23 años vecinos de El Ejido que fueron dados de alta en los días anteriores.
Según los primeros datos, la intoxicación se podría haber producido por algún tipo de plaguicida, si bien aún hay que estudiar el contenido de la botella así como el envase que los jóvenes habían trasladado desde El Ejido hasta la capital para consumirla en un botellón con motivo de los carnavales.
Uno de los afectados declaró que se "encontró" la botella de alcohol, en concreto whisky de una reconocida marca, junto con refrescos, tirada en la calle y en el interior de una bolsa, y que lo había guardado todo "para un día que tuviera una fiesta".
El informe que emita Toxicología, y cuyos resultados según ha señalado el subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, estarán "esta semana", permitirá determinar si este es el origen del envenenamiento, cuál es la sustancia tóxica y cómo pudo producirse la contaminación.
El subdelegado ha trasladado que la Policía Científica ha remitido a la sede de Sevilla "las vísceras" del único de los fallecidos y "el continente y contenido del producto que se utilizó y ocasionó" el envenenamiento para su cotejo con las "muestras biológicas". "Los procedimientos de análisis son complejos y necesitan de varias pruebas paralelas", ha advertido.